Es inédito en la historia de la
nación el uso de la agencia de viajes oficial, ya no sólo para financiar los
innecesarios desplazamientos del primer mandatario, sino para costear las giras
turísticas de muchos dirigentes sindicales que no aportan nada a los objetivos
de desarrollo o de relaciones internacionales. Un observador desprevenido
podría pensar que esa partida en el Ministerio de Relaciones Exteriores
corresponde más al reino del rey Midas que a un país que intenta salir de la
extrema pobreza.
Desde los inicios, aprovechando que heredó una economía
ordenada y con deuda externa perdonada, el actual régimen pagó además las
visitas de muchos políticos y personas funcionales a su política de propaganda,
desde cantantes hasta la Premio Nobel Rigoberta Menchú.
Ahora toca preguntar, cómo financió su-s llegada-s (pasajes,
alojamiento, viáticos, etc.) José Luis Rodríguez Zapatero, más conocido como
Zapatero o como ZP, Zapatero Presidente, por las siglas de la campaña que lo
llevó a ser dos veces presidente del gobierno español. Como Evo Morales, el
líder socialista tuvo la fortuna de llegar a gobernar en 2004 en un país que ya
había transitado de una economía atrasada, en relación al resto europeo, a un
progreso que dio gran calidad de vida a sus habitantes.
Cuando le tocó administrar la crisis de 2008 mostró sus
debilidades y dejó a España con altas tasas de desempleo, el sistema financiero
colapsado y la peor crisis del sector inmobiliario. Su fracaso lo obligó a
adelantar las elecciones y para los españoles su figura es la de alguien que no
supo estar a la altura de un estadista.
Desde hace un lustro, Rodríguez Zapatero encontró una gran
fuente de sobrevivencia política y de ganancias. Incursionó en entidades de la
sociedad civil de nivel internacional.
Posteriormente se consiguió un puesto en un sainete
disfrazado de diálogo entre la oposición venezolana y el régimen chavista
madurista, que obviamente fracasó porque el supuesto intermediario se limitó a
ganar tiempo para el dictador. En su historial quedará esta acción como una
gran burla al pueblo venezolano que intentó salir del torbellino, ahora ya
imparable, con más muertos de hambre y más exiliados económicos y políticos que
nunca en su historia.
Zapatero se quiere presentar como alguien que ayudará a
gestionar recursos o turismo ante España. Ignora que desde el inicio de la
democracia, Madrid tuvo una política de estado de apoyo a América Latina,
particularmente a Bolivia y en especial a Potosí, traducida en decenas de obras
que sería largo enumerar. Si alguien ayudó a difundir la quinua a nivel mundial
y las Misiones jesuíticas fue la Reina Sofía.
Es absurdo cómo Evo baja la cabeza ante determinados
personajes y cómo se usa el Cóndor de los Andes, peor que en las épocas
dictatoriales. A Rodríguez se suman los mimos y condecoraciones a Pablo
Iglesias, otro inútil para Bolivia, sólo vistoso para el clap clap que tanto
gusta a los socialistas del Siglo XXI. Otro revolucionario gustoso de los lujos
más burgueses, como un departamento costoso.
Socialistas más colonizados que sus abuelos, como lo
reconoció ZP, porque hablan contra el imperio en discursos pero en la mesa del
banquete les susurran que son sólo palabras que gustan a las masas.