viernes, 25 de octubre de 2019

NUNCA MÁS LA LEGITIMIDAD


            En sus primeras declaraciones públicas, el hijo de Pablo Escobar recordaba el momento en que su padre decidió asesinar a Rodrigo Lara Bonilla, el ministro que se había atrevido a denunciarlo como el capo del narcotráfico internacional. Hasta ese momento, Escobar había convivido con los pobres, con los políticos, con el sistema parlamentario, con policías y militares, con los periodistas y con mujeres despampanantes que no le preguntaban el origen de su fortuna: gozaban el derroche, los brindis y los excesos. Pablo llegó al parlamento y anunció a su esposa que se preparase para ser la primera dama de la nación.
            Entonces, se le cruzó Lara Bonilla que mostró que la generosidad de Escobar, quien regalaba viviendas y canchas de fútbol, estaba financiada por el dinero oscuro del tráfico de drogas. El Cartel de Medellín contrató a un sicario quinceañero que lo acribilló y desató una de las etapas más sangrientas de la historia colombiana.
            Sebastián Marroquín, nombre ficticio que tuvo que adoptar el muchacho para esconder su vinculación filial con Escobar, nunca entendió por qué su padre provocó semejantes niveles de enfrentamientos y muerte.
            “Nada de lo que hizo entonces mi padre borró las palabras de Lara”. Ninguna ráfaga de ametralladora silenció la evidencia. Escobar no pudo mostrar nunca más que era un comerciante legal, que tenía prestigio y que gozaba de legitimidad.
            Ese episodio es una lección para muchas personas que llegan a la cima del poder político, así parezca un ejemplo extremo pues es el caso de un delincuente.
            Ese es el drama de lo que vivimos estos días en Bolivia. Pase lo que pase ya el proceso electoral está absolutamente viciado y su principal actor, Evo Morales Aima no recuperará nunca más la legitimidad que gozó hasta 2011; justamente él, quien fue el presidente mejor posicionado en tres décadas de democracia.
            ¿Qué lo llevó a despojarse gajo a gajo de su propia biografía, de su leyenda, de su discurso? Cada acción para aferrarse al poder sin medir las consecuencias fue agrietando su plataforma personal, desde el episodio en el Hotel Las Américas, las quemas de instituciones en Santa Cruz, el caso Porvenir, la represión contra los indígenas más pobres, el desprecio a la ley; el empleo de estrategias envolventes para obtener beneficios políticos; la burla a la institucionalidad y a la división de poderes.
            El no acatamiento a los resultados del 21F lo colocaron en la vitrina mundial. No estaba dispuesto a seguir las reglas de la democracia que en su momento le habían permitido el ingreso a la política. Los argumentos para desconocer el NO victorioso sólo fueron creíbles para un grupo de sus seguidores. Así perdió la candidatura legal.
            El domingo 20 de octubre se declaró vencedor en primera vuelta contradiciendo el resultado oficial y de boca de urna. Su mensaje como dirigente cocalero y jefe del MAS y no como presidente de todos los bolivianos el miércoles 23 y sus otros comentarios no hacen más que hundir su legitimidad.
            Hundimiento que afecta también el futuro boliviano y a la gobernabilidad del país.

domingo, 20 de octubre de 2019

ALERTA SOBRE LA MANIPULACIÓN ELECTORAL 1


ALERTA SOBRE LA MANIPULACIÓN ELECTORAL
DOMINGO 20 DE OCTUBRE DE 2019

Este domingo 20 de octubre como ciudadana boliviana expresaré comentarios y preocupaciones sobre el desarrollo de las elecciones en La Paz, especialmente en mi barrio, Sopocachi, a través de este blog, con la mayor responsabilidad y sólo temas confirmados.
Empiezo la jornada a las 7 de la mañana revisando los periódicos.
Primera noticia que preocupa. A última hora de este sábado, el Tribunal Electoral anunció que la única empresa que tiene permiso para dar resultados a boca de urna es la empresa que creó ya un ambiente de resultados favorables al binomio ilegal.
Entonces a las 20 horas saldrán varios medios televisivos no independientes dando resultados que no necesariamente serán los verdaderos.
EL OBJETIVO ES CREAR LA SENSACIÓN DE VICTORIA DEL BINOMIO ILEGAL.
NO CAER EN LA TRAMPA.
CONFIAR EN LO QUE VEN TUS OJOS, AVISAN TUS AMIGOS Y FAMILIARES CERCANOS.
EVITEMOS CIRCULAR NOTICIAS NO COMPROBADAS, INCLUSO AQUELLAS QUE APARENTEMENTE FAVORECEN A LAS CANDIDATURAS DE LA OPOSICIÓN.
EL PROPIO MAS Y SUS FUNCIONARIOS DIGITALES VAN A QUERER CONFUNDIR

Segunda noticia que preocupa. Las credenciales de circulación… mientras se crea problemas a medios de comunicación legales, este jueves y viernes vimos filas de personas recibiendo credenciales con otros motivos… OJO.

Tercera noticia. ¿Dónde votará el candidato ilegal Evo Morales? ¿Por qué va al Chapare junto con toda la prensa y corresponsales? ¿Cuál es su domicilio legal?

viernes, 18 de octubre de 2019

CIUDADANOS DERROTAN DICTADURAS


            Hace cuarenta años, al anochecer del 16 de noviembre de 1979, Lidia Gueiler Tejada saludó al pueblo reunido en la Plaza Murillo para celebrar, en medio de gritos jubilosos, la derrota del golpe para imponer un gobierno cívico militar por encima de la voluntad popular.
            No era la primera vez que la población desarmada arrinconaba a políticos y uniformados que querían gobernar con el terror, como Plácido Yañez fusilando a presos en el siglo XIX o la logia RADEPA escondiendo muertos en Chuspipata en 1944. Siempre hay un límite para los desenfrenos del poder. El régimen que cruza la raya roja no dura.
            Desde las primeras elecciones de 1978, sin políticos perseguidos, Bolivia enfrentó meses de inestabilidad. No era fácil perder el miedo a la libertad, aprender a tolerar al adversario, vivir en democracia. Hay rezagados en todas las épocas que no logran respetar el resultado de las urnas, mantener las reglas del juego iniciales, convivir con la independencia de poderes.
            La Corte Electoral elegida en los estertores de la dictadura de Hugo Banzer anuló los comicios por el grotesco fraude electoral. El delfín, otro general, Juan Pereda Asbún no se resignó y tumbó a su padrino. No subsistió mucho. En una parrillada, los militares resolvieron cambiarlo por otro y asumió David Padilla sin derramamiento de sangre porque prometió convocar inmediatamente a nuevas elecciones.
            El victorioso frente UDP no consiguió la mayoría parlamentaria en las urnas en 1979 y se optó por una solución constitucional pero no popular. El presidente del Senado, Walter Guevara, fue posesionado como primer mandatario con la misión de convocar otra vez más elecciones generales. No pudo gobernar más de dos meses.
            El Primero de Noviembre Guillermo Bedregal Gutiérrez y civiles aliados con Alberto Natusch Busch y otros militares lo derrocaron, echando además por la borda el triunfo diplomático por el tema marítimo acordado un día antes en la Asamblea de la OEA.
            Enterado del ruido de bayonetas, el pueblo volvió a descolgarse desde las laderas hasta el centro de la sede de gobierno. Trabajadores, oficinistas, estudiantes ocuparon las calles, enfrentaron las tanquetas de la muerte, rodearon batallones, bloquearon las calles.
Muchos muertos, decenas de heridos, llantos en la morgue fueron escenas diarias hasta derrotar a los asesinos. Bolivia volvió a la senda democrática, “a la boliviana” eligiendo a la presidenta de la Cámara de Diputados, en medio de muchas tensiones.
            Ese entonces la vanguardia eran la Central Obrera Boliviana y la Federación de Mineros, actualmente subsumidas como administradoras de hoteles y flotas de camionetas. Ni la COB ni los sindicatos tienen la capacidad de convocar ahora a derrotar al binomio ilegal y mucho menos igualar la desobediencia civil de noviembre de 1979.
            El turno es de los comités cívicos que en la resistencia de una década han recuperado protagonismo y, algo inesperado, amplia legitimidad. El cabildo en Santa Cruz de la Sierra marcó el nuevo giro, no sólo por las multitudes, sino por la pluralidad de oradores, las consignas para unir a la patria, a oriente y occidente y por el discurso sereno pero contundente de Luis Fernando Camacho.
            Los sucesivos cabildos en el resto del país respaldaron esa línea. El derecho de los pueblos a desobedecer a los gobernantes que a su vez desconocieron la Constitución.


viernes, 11 de octubre de 2019

LA COMISIÓN QUE NUNCA FUE


            Este agosto se cumplieron dos años de la conformación de la llamada Comisión de la Verdad, la cual debería investigar casos de violación de Derechos Humanos desde 1964 a 1982, los dieciocho años de dictadura militar. La Comisión no entregó informes del avance de su trabajo. Su página web es un collage de noticias externas, fotos posando con ministros, aparte de discursos contra los partidos de oposición porque cuestionan al TSE.
            La Ley 879 de 231216 aprobó la existencia de esta instancia para “esclarecer los asesinatos, desapariciones forzadas, torturas, detenciones arbitrarias y violencia sexual, entendidas como violaciones graves de derechos humanos, fundados en motivos políticos e ideológicos”.
            La Comisión debería estar conformada por cinco miembros sin remuneración, elegidos en función a su “acreditada imparcialidad, capacidad profesional, ética e integridad personal”. Acto seguido se posesionó a un grupo de masistas, entre ellos Eusebio Gironda, quien nunca aclaró su rol en el reconocimiento del supuesto hijo de Evo Morales; renunció poco después.
            Otros fueron funcionarios del régimen como Nila Heredia quien además trabaja fuera del país y por tanto no se conoce cuál es su aporte real al trabajo investigativo de la Comisión que debería acumular documentos, incluso clasificados en los archivos militares, recoger testimonios, visitar antiguas prisiones políticas o casas de seguridad clandestinas.
            La participación indígena se resume a la presencia de un antiguo dirigente campesino que presidió en su momento la comisión de ética del partido de gobierno. El Director Ejecutivo es otro exfuncionario, defensor de Evo Morales y particularmente de Álvaro García Linera.          Por ello, la iniciativa que aparecía como una respuesta a una larga demanda nació con el estigma que acompaña casi todas las oficinas públicas desde 2006: politización, alienación con el partido, falta de visión técnica.
            La Comisión tuvo un par de apariciones ante la opinión pública y más tarde silencios prolongados. No está claro su financiamiento y por qué sus funcionarios no realizaron declaración jurada de bienes y rentas como todos los demás servidores públicos, por qué el Banco Central le entrega computadoras (¿?).
            Además, la Comisión no realizó acciones de acercamiento a la original Asamblea de Derechos Humanos, a una de las testigos clave como es Amparo Carvajal, tampoco intentó trabajar con miembros de las iglesias que acompañaron en su tiempo a presos políticos y muchas veces fueron las únicas voces de denuncia.
            A ello se suma la política chavista del gobierno masista de mimar a los militares con jubilaciones del 100 por cien, donaciones de alimentos, entrega de edificios en zonas residenciales, nombramientos en el exterior y mutuas loas. En catorce años no hubo un solo intento serio de conseguir testimonios o documentación, ni siquiera las listas del personal que estuvo en la Central Obrera Boliviana el 17 de julio o en la calle Harrigton el 10 de enero.
            El cherry es que merodea por la Comisión asentada en Sopocachi un antiguo drogodependiente, delincuente común, barnizado de político (un tiempo como guerrillero, otro tiempo publicando un libro alabando a Víctor Paz) y hasta de poeta, conocido por realizar trabajos sucios para altos capos.
            Es obvio que nadie va a entregar ahí pruebas de algo o contar lo que sabe.
            Otra burla típica del MAS, bombos y platillos en el acto de posesión, fracaso en lo demás.
           



viernes, 4 de octubre de 2019

LA CAMPAÑA DEL MAS



            ¿Cuánto cuesta cada voto del Movimiento al Socialismo? Quizá algún día alguna entidad se anime a cumplir el rol que le tocaría al Tribunal Supremo Electoral o a la Contraloría General para calcular el uso sin límites de bienes y servicios estatales en una gigantesca campaña. Con todo, el binomio ilegal no logra superar el 33 por ciento.
            Alguna información que difunden las redes permite conocer cómo un vehículo oficial traslada a los grafiteros en Tarija. En otros casos, el desparpajo es absoluto como la ocupación del aeropuerto de Chimore o de la sede de un organismo internacional. El periódico Cambio, la Agencia ABI, el Canal 7, financiados por impuestos de los pocos bolivianos que tributan, difunden actos de la campaña maquillados con entregas de obras. “Patria Nueva” emite un programa por las tardes dedicado a insultar a la oposición y a alabar al dúo de la franja azul o a entrevistar al funcionario Alfredo Rada para que hable no de sus ocupaciones sino contra los otros candidatos.
            David Choquehuanca es el Secretario General de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América y su salario lo pagan los ciudadanos. Sin embargo, durante todo el año estuvo amenizando la campaña del MAS en las provincias paceñas. Él presenta a los candidatos y habla en aimara porque los pobladores silban a los citadinos que desconocen su idioma. Son decenas de reuniones donde da sus instrucciones.
            El otro poderoso que aparece en el área rural mientras se incendia medio país es César Cocarico, cuyos hermanos están acusados de traficar con tierras (pista para ampliar la investigación de la causa de esa desforestación) y con otro pariente sospechoso de traficar con obras de arte robadas (el MAS se sofistica). Nombro esos antecedentes porque la gente le tiene temor. ¡Cuidado los peguen o los asalten! Se previno a los comunarios que querían reclamar porque cambiaron a sus candidatos y dejaron una provincia sin representante. Cocarico es incombustible a pesar de toda la responsabilidad de él, su ministerio y entidades descentralizadas que fomentaron la ocupación de bosques y áreas protegidas.
            En muchos pueblos del altiplano ni conocen a otros partidos. En cambio, los yungueños no quieren recibir a los del MAS.
            Adriana Salvatierra debería estar los jueves en su trabajo en La Paz. En cambio, junto con otros candidatos cruceños del MAS inaugura viviendas en Cotoca. Discursea alabando al Jefazo. ¿Quién pagó su pasaje? ¿Viajó en avión presidencial? ¿Cobró viáticos? Son decenas de ejemplos de todos los días.
            Mientras Isabel M., funcionaria pública de carrera, está obligada a marchar cada fin de semana por alguna ruta azul. Ella, como otras mujeres viaja aterrada, no sólo porque abandona a su familia, gasta dinero, sino porque se enferma.
            En Chimoré caminó horas bajo el sol ardiente, sin poder tener acceso a un servicio higiénico decente. Era un asco, aparte de la borrachera, recuerda. Ahora le anuncian que irán a Uyuni, el otro extremo, helado e igualmente sin logística para multitudes.
            Nada les importa. Mientras unos mueren por apagar el incendio que consume la floresta, el agua y el aire, el gobierno central continúa alentando a incendiarios y loteadores. Son votos, votos duros… es lo único que cuenta.