viernes, 26 de marzo de 2021

IGLESIAS, DERECHOS HUMANOS Y JUSTICIA

 

           En los últimos días, voceros y dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS) vuelven a hostigar, a amenazar y a intentar descalificar el trabajo de las iglesias cristianas en Bolivia, principalmente el de la Iglesia Católica. Se replica una práctica común de la anterior gestión gubernamental del MAS. 

            Los argumentos son reiterativos, parecen poco reflexivos, incluso entre intelectuales de otros países, donde ha llegado la amplificación de ese discurso. Se remontan a la presencia de los sacerdotes durante la conquista y la colonia, al rol de los inquisidores hace 500 años y a una visión de la iglesia relacionada con el poder político. La tendencia parece reforzar los discursos binarios simplistas. El coro general continúa hasta la saciedad.

            Sin embargo, se expresa un desconocimiento general del rol histórico de los evangelizadores del siglo XVI, sus varias coincidencias y múltiples diferencias, así como las labores ejercidas por aquellos en la salud pública, la artesanía, la educación y las artes. 

            Tampoco se nombra la presencia tan notable de sacerdotes y conventos en las rebeliones independentistas, desde el norte con el padre Morelos, que marca la fecha cívica mexicana, hasta el cura Muñecas, en Bolivia.

            Asimismo, es importante recordar el rol de las iglesias, principalmente la católica, en la defensa de los derechos humanos en los últimos 70 años.  Sería oportuno que los masistas palaciegos conozcan nuestra propia historia, como bien quiso recordarles Filemón Escóbar con su texto sobre ese tema. 

            Fueron sacerdotes y monjas los que protegieron a los perseguidos, torturados y exiliados durante el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR); el partido que inició la represión sistemática y creó campos de concentración y controles políticos.

            Durante las dictaduras militares -especialmente en el periodo de implementación del Plan Cóndor-, la labor de la Iglesia Católica (además de la metodista, luterana, Baptista y otras) fue fundamental para defender los derechos humanos en Bolivia y la región. No sólo fueron personas voluntarias que asumieron esa difícil tarea, sino iniciativas colectivas. 

            ¿Cómo olvidar que las Comunidades Eclesiásticas de Base ayudaron en toda América Latina a proteger a las poblaciones más agredidas? ¿Cómo olvidar a la recientemente fallecida Dianna Ortiz, una monja torturada por la dictadura guatemalteca en 1989, quien no se cansó de denunciar los alcances de su sufrimiento, como violaciones o el encierro en fosas de muertos, mientras ella aún respiraba?  ¿Cómo olvidar su lucha por hacer justicia? 

            En Bolivia, cabe recordar que Justicia y Paz, embrión de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, es obra de los católicos. También, es preciso mencionar que la Pastoral Penitenciaria es la única entidad que visita sistemáticamente las cárceles, enfrentando clanes mafiosos y denunciando los abusos a los presos más indefensos. 

            ¿Se habrán olvidado los líderes del Chapare que monjas, sacerdotes, laicos y pastorales denunciaron en su momento los abusos de la DEA que sufrieron los propios cocaleros? 

            ¿O será que el olvido se inicia cuando se sienten cuestionados por representantes de las iglesias, como Tito Solari, el Padre Mateo y ahora Amparo Carvajal, quien debe soportar diariamente el hostigamiento de simpatizantes del MAS, solo por reprochar la desmedida ambición de poder de su máximo líder? 

            Mientras tanto, el entorno palaciego oficialista se llena la boca de supuestos recordatorios de Luis Espinal. Pero parecen olvidar que él fue un sacerdote jesuita, quien como otros representantes de la Iglesia han luchado por los derechos humanos y la justicia. ¿Será esto último lo que incomoda a sectores del MAS?  

 

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lunes, 22 de marzo de 2021

¡AY DE USTEDES, FARISEOS HIPÓCRITAS!

 

           ¡Ay de Usted!, ministro Iván Manolo Lima Magne, que se dice cristiano, repase estos versículos: “maestro de la ley y fariseo, hipócrita, que no cumple lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe.” “Esas son las cosas que debería observar. ¡Guía ciego! Cuela un mosquito, pero se traga un camello”. ¿Cree realmente en los argumentos presentados para encarcelar a Jeanine Añez; hará lo mismo con Evo Morales?

            Habrá soñado ser un jurista impecable como René Blattman cuando inició su trabajo dentro del estado. Cumplirá años este 21 de marzo; quizá es momento para la reflexión: ¿de qué le servirá la riqueza acumulada?; ¿por qué ataca a la universidad que les dio estudios y trabajo?; ¿cómo usa la revista “Oxígeno”?

            ¿Acaso no sabe que Oscar Antonio de la Fuente Amelunge fue denunciado desde hace dos décadas por varias autoridades por usar su nombre o extorsionarlas? ¿Y él es el testigo principal, el "asesor", el "experto"?

            ¡Ay de Usted, ministro Carlos Eduardo del Castillo del Carpio, maestro de la ley y fariseo, hipócrita! “¡Usted que llena el plato y la copa con robos y violencia, y por encima hecha una bendición!¡fariseo ciego”. ¡Ay de Usted que no recuerda los textos escolares ni las noticias! Para mantener una silla de poder es capaz de acusar a muertos del siglo pasado. ¿Por qué declara bajo juramento que no tiene rentas? ¿Es otra post verdad?

            ¡Ay de su madre! ¡Qué sentirá si alguien la maltrata como Usted ha humillado a una persona, a una mujer, a una madre, a una viuda! ¿No conoce la biografía de Claudio San Ramón y sus acciones contra líderes cívicas como Elffy Albrecht? ¡Ay cuando le digan que ni el narco ministro Luis Arce Gómez fue tan brutal contra la mandataria Lidia Gueiler y ni el golpista Luis García Mesa fue tan ignorante!

            ¡Ay de Usted jueza, Virginia Regina Santa Cruz Silva, maestra de la ley, farisea hipócrita! “Semejante a los sepulcros bien pintados que tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y de toda clase de podredumbre.” ¿Acaso no ha sido denunciada por no respetar los derechos constitucionales de los acusados desde su primer año en ese cargo? ¿Qué méritos profesionales ha presentado?

            ¡Ay de Usted fiscal, Harold Jarandilla Mey, maestro de la ley, fariseo hipócrita!¡Ay de Usted que no conoce ni la doctrina ni los procedimientos! ¿Ha leído las burlas en las redes por sus declaraciones de ignaro? “Todo lo hacen para aparentar ante los hombres, por eso hacen muy anchas las cintas de la ley que llevan colgando y muy largos los flecos de su manto”. Usted, que ni siquiera cumplió con la Declaración Jurada de Bienes y Rentas y figura con cero de ingresos desde ¡septiembre de 2020! ¿Podrá probar aquello? ¿Acaso no es delito penal?

            ¡Ay de Usted Juan Ramón Quintana, que “prepara pesadas cargas, muy difíciles de llevar, y las echa sobre las espaldas de la gente, pero no levanta ni siquiera un dedo para moverlas”!  ¡Ay de aquellos que azuzan a las masas iletradas y se esconden raudos bajo el manto de una embajada!¡Ay de aquellos que nunca asumieron un combate en la primera línea, pero están dispuestos a alentar una guerra fratricida!

            “¡Ay de ustedes, maestros de la ley, fariseos hipócritas que no pueden ganar ni dejan ganar a los que se presentan!” “¡Serpientes, raza de víboras! ¿cómo lograrán escapar de la condenación del infierno?” “Pues tiene que caer sobre ustedes toda la sangre inocente que ha sido derramada”.

            Ay fariseos, hipócritas, ¿acaso podrán transitar tranquilos?

 

 

 

viernes, 12 de marzo de 2021

¿CUÁL ACCESO A LA INFORMACIÓN PÚBLICA?

 

            Hace un mes, el Ministro de Justicia Iván Lima anunció que tenía redactado un proyecto de Ley de Acceso a la Información Pública; Bolivia y Venezuela son los únicos países de la región que no cuentan con ese instrumento de prevención de la corrupción. Hasta este año, sólo existe un decreto aprobado en 2005 y algunas normas fragmentadas, el proyecto presentado por la Asociación de Periodistas ante la Asamblea Legislativa y un nuevo proyecto propuesto por la bancada de Comunidad Ciudadana. Lima anunció plazos que no pudo cumplir.

            La única instancia estatal que cuenta en el país con una ley aprobada, reglamentos, y acciones es el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz que durante la administración de Luis Revilla creó y alentó un gobierno electrónico accesible al ciudadano y con gran cantidad de información sobre la gestión pública. Otros municipios también avanzaron en la apertura de la información al público. Félix Patzi instruyó a su equipo preparar los necesarios protocolos para el pleno acceso público a la información interna en la gobernación paceña, aún sin completar.

            El gobierno central del Estado Plurinacional de Bolivia no se interesó por alentar la normativa para acceder a la información pública, más allá de discursos y de mal uso de propuestas de la sociedad civil. En 14 años, a través de la verificación de portales oficiales, las entidades de la prensa comprobaron que el acceso a la información era escaso o nulo, retrasado e incompleto. Esta situación empeoró a medida que el régimen se volvía más opaco y optaba por salidas no democráticas.

            En esta semana de marzo 2021, al revisar las páginas oficiales se detecta más retroceso en el gobierno electrónico y en las iniciativas de transparencia institucional que comenzaron hace dos décadas.

            El Ministerio de la Presidencia se abre con la imagen de una deformada cruz chacana y noticias de esa cartera y de su autoridad. No existe información sobre sus planes estratégicos, su plan anual, las convocatorias para recursos humanos o servicios, las auditorías realizadas. Hay enlaces a la UPRE que tiene información pasada o a AGETIC que contiene generalidades; esa instancia fue denunciada como parte de las irregularidades en las elecciones de 2019 pero no existe ningún proceso a su ejecutivo. El Organigrama y otra documentación datan de marzo de 2020.

            El Ministerio de Gobierno tiene algunas noticias, una gran foto de su titular, pero el resto está vacío, por ejemplo, la escala salarial. El Ministerio de Educación presenta convocatorias de hace un año y la escala salarial firmada en 2018 por el anterior ministro; también el presupuesto es del 2020. El Ministerio de Justicia presenta un portal más ordenado, pero las convocatorias son caducas y el Plan Estratégico es de 2019. Es decir, ni siquiera se cumple con la Ley SAFCO y la CPE. Desde octubre de 2020 no se incluye información de interés para el ciudadano. Piedra libre.

            La Contraloría General del Estado ofrece un portal institucionalizado, mantiene el escudo nacional como entidad oficial y tiene una amplia oferta. Sin embargo, ha retrocedido de la apertura que tuvo hace 20 años- cuando era independiente- y no existe la facilidad de años pasados para rastrear auditorías realizadas.

            El Ministerio de Cultura, Descolonización y Despatriarcalización, tres meses después de la posesión de su titular, no tiene página web más que la foto de la ministra. No existe posibilidad de conocer sus planes, proyectos, cómo contrata al personal.          

            Otra señal de la ausencia de institucionalización en el extraviado gobierno de Luis Arce Catacora.

viernes, 5 de marzo de 2021

SEXO, PODER Y SOCIALISMOS

 

            Hace unos meses, un antiguo militante masista compartió las fotos del expresidente Evo Morales con una jovencita, abrazos, agasajos, salones, aviones. A los pocos días estalló un escándalo con dimensiones internacionales porque involucraba movimientos de la pareja en al menos tres países: Bolivia, México y Argentina. Además, entre los muchos comentarios difundidos en redes y medios mundiales, un famosísimo periodista estadounidense contó una escena entre Evo y la chiquilla en cuestión.

            Ninguna fuente cercana a Morales negó la relación sentimental entre el sexagenario y la cuasi adolescente, como sucedió con los enredos y contradicciones en torno al affaire “Zapata” que incluyó un millonario documental financiado con dineros del estado: “El cartel de la mentira”.

            Lo que llamó la atención en 2016, en 2019 -y en muchísimas ocasiones en las cuales el dirigente cocalero denigró a obreras, empleadas, ministras, líderes sociales-, fue el silencio de plataformas feministas como la Coordinadora de la Mujer (directora Mónica Novillo, desde 2017). Existe como una complicidad curiosa de encubrir los excesos cuando los cometen “revolucionarios”, “indígenas”, “socialistas”.

            Un manto de hipocresía cubre los desbordes de una larga lista de “izquierdistas”, como lo demostró Federico Andahazi al historiar la historia sexual de mandatarios argentinos incluyendo lo que sucedía en los grupos guerrilleros. Acá también se conocía, pero ninguno de los testigos declaró, cómo las disputas por favores sexuales y los entreveros amorosos desmoralizaron al Ejército de la Liberación Nacional (ELN) con saldos trágicos de muertes, suicidios, torturas.

            En el caso de Evo Morales, un sobrio dirigente en su agonía contó su arrepentimiento por haber callado lo que sabía. Y lo que sabía enloda tanto al personaje, a las propias dirigentes cocaleras y al entorno palaciego.

            El fariseísmo de muchas seguidoras de Evo en torno a los derechos y reivindicaciones de la mujer en este nuevo siglo muestra también otra faceta oscura. Hay la candidata que intenta usar las artes de la antigua seducción o coquetería para atraer votantes, mientras calla sobre temas como “pedofilia”.

            El “antiimperialismo” también convivió con el incesto del presidente Daniel Ortega contra su hijastra Zoilamérica Narváez desde que ella tenía nueve años. Su propia madre y actual vicepresidenta, Rosario Murillo, encubrió al agresor sexual, como parte de su insania y discurso esotérico. Los tribunales nicaragüenses desestimaron la demanda y la agredida tuvo que salir al exilio. Ella no se ha cansado de denunciar a su padrastro, aunque fue acusada a su vez de ser agente del “enemigo”, amenazada y acorralada por el poder sandinista.

            En estos meses, la publicación de un libro en Francia detallando los abusos del famoso intelectual Oliver Duchamel contra su hijastro de 14 años no sólo destapó los miles de casos de incesto, sino también una “red” de encubridores socialistas. La hermana gemela de la víctima, Camille Kouchner, ha revelado que otras personas sabían, pero no la apoyaron porque su padrastro es un importante cientista social. En actuales debates, varios analistas coincidieron que la izquierda del 68, los “revolucionarios”, los socialistas fueron permisivos con estos comportamientos a nombre de una “libertad sexual” sin atender a las víctimas o a los denunciantes.

            ¿Existió en algún momento en lo que llamamos “izquierda” un grupo ético comprometido con una nueva humanidad? O fueron sólo espejismos.

 

lunes, 1 de marzo de 2021

CENTENARIO DE HUÁSCAR CAJÍAS KAUFMANN

 


            El próximo 7 de julio de 2021 se cumplirá el nacimiento de Huáscar Cajías Kaufmann, un cruceño universal que dedicó principalmente su vida al Señor que fue su guía y su soporte y desde ese compromiso realizó múltiples actividades intelectuales y profesionales para el Bien Común de Bolivia y del mundo.

            Huáscar Cajías Kauffmann nació el 7 de julio de 1921 en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde vivió sus primeros años hasta el traslado de su familia a La Paz.

            Después de realizar sus estudios primarios en esa ciudad, fue alumno interno en el Colegio Don Bosco de Buenos Aires, Argentina, donde recibió diferentes distinciones por su excelencia académica.

            Volvió a su país para cumplir con el Servicio Militar y completar su formación universitaria. Realizó sus estudios profesionales en Derecho en la Pontificia Universidad Mayor de San Francisco Javier, de la capital de Bolivia y sede del Poder Judicial, Sucre. A la vez completó su carrera en Filosofía en la Universidad Mayor de San Andrés, en La Paz.

            Cajías obtuvo su título de especialista en Ciencias Penales en la Universidad de Roma, Italia. Desde entonces fue considerado uno de los mejores, sino el mejor criminólogo boliviano del Siglo XX.

            Fue catedrático en la UMSA desde sus 22 años y cumplió casi cinco décadas de enseñanza, formando a decenas de generaciones de abogados, sobre todo en las materias de Criminología y Ciencias Penales. Fue profesor de Filosofía y director de esa carrera. Sus textos de criminología fueron y son lectura obligatoria en las principales facultades de ciencias jurídicas en Bolivia y en varios países latinoamericanos. Por esos aportes fue invitado a dar conferencias en diferentes lugares del mundo y perteneció a sociedades académicas en Bolivia y en América Latina.

            También organizó y fue Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Católica Boliviana en La Paz, dictando cátedras y ayudando a jóvenes en sus tesis de grado.

            Fue profesor de maestros de educación física, en el INSEF, y de policías, en la Academia de Policías, aportando a la formación de decenas de maestros y policías.

            Dentro del área educativa se destaca su participación en el equipo que redactó el Código de la Educación Boliviana en 1955.

            En 1952 fundó el semanario y luego periódico católico “Presencia”, el cual habría de convertirse en el principal medio escrito de la prensa boliviana, con las marcas nacionales de mayor tiraje por sus primicias noticiosas. A la vez, por su calidad ética, este impreso mereció distintos premios de periodismo. Por su redacción pasaron los mejores periodistas bolivianos.

            Cajías recibió el Premio de Periodismo Moros-Cabot, el Premio Nacional de Periodismo- de la Asociación de Periodistas de La Paz- y esa misma entidad creó la medalla “Huáscar Cajías” para distinguir al mejor periodista de las nuevas generaciones.

            Como editorialista, Cajías se distinguió tanto por el contenido de sus comentarios y artículos como por el cuidado de su estilo y su amplio conocimiento de la lengua española. Perteneció a la Academia Boliviana de la Lengua y, como en sus otras actividades, fue igualmente reconocida su sabiduría.

            Cajías, católico militante y miembro activo del Movimiento Familiar Cristiano, fue Embajador de Bolivia ante la Santa Sede, Italia, cargo que le permitió servir a su país en el extranjero.

            Naciones Unidas y otros organismos internacionales lo invitaron a exponer en foros, tanto como criminólogo y como periodista. Representó a Bolivia en la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes en Viena, Austria. Cajías hablaba italiano, inglés, francés, conocía el alemán, el griego y el latín y leía el portugués.

            En los últimos años de su vida hasta su muerte fue Presidente de la Corte Nacional Electoral, cargo para el que fue elegido por unanimidad por su ética y ecuanimidad. Cajías dio credibilidad y autoridad a esa entidad que hasta entonces no era imparcial.

            Falleció a los 75 años de edad, el 1 de octubre de 1996. Sus hijos crearon la Fundación Cultural Huáscar Cajías K. para mantener su legado. Su biblioteca de casi 8 mil volúmenes, además de revistas especializadas, fue donada a la Biblioteca Nacional de Bolivia, donde una sala la guarda para que esté al servicio de la población.

 

HUASCAR EN EL RECUERDO

 

            Muchas personas recuerdan a Huáscar como amigo, colega, maestro. Su prima Carmen Terrazas tiene la imagen del patriarca siempre correcto y sencillo. Uno de sus más cálidos colaboradores, Mario Maldonado, remarca su serenidad, las múltiples anécdotas en “Presencia” enfrentando el poder. Eduardo Trigo O'Connor d'Arlach escribió: “Para mí fue una experiencia muy significativa trabajar con el doctor Huáscar Cajías, cuando él dirigía el periódico Presencia y yo cumplía funciones como corresponsal en Tarija. Tratar con él era muy grato e instructivo, organizaba reuniones de trabajo y paliques con diferentes personas, lo que daba lugar a que uno aprenda mucho de sus enseñanzas. Tengo un recuerdo muy agradecido para su memoria.

            Rosángela Conitzer de Echazú, una de sus discípulas preferidas en la Facultad de Filosofía de la UMSA lo describe como el “hombre ejemplar”.

            Antes de hacer reminiscencias de don Huáscar Cajías Kaufmann, quiero reflexionar sobre lo que entiendo por “hombre ejemplar”. No es el sabio, el héroe, el asceta, el ser humano con dotes casi sobrenaturales. No, es una persona que se convierte en modelo para muchas otras porque ha sabido tomarse la vida en serio, con responsabilidad, sensatez y dedicación, poniendo amor sin aspavientos en todo lo que realiza, allí donde le toca actuar; en su círculo familiar, su ámbito laboral, su trato personal; sirviendo a su comunidad para que todos alcancen una vida digna, llena de sentido, más grata y feliz.

            Así, destacando los rasgos que resalto en él, para mí, hombre ejemplar parece que no hubiera hecho otra cosa que describir a Don Huáscar Cajías, quien, además de todo lo que atribuyo a este ser humano modelo, tenía un importante y destacado rasgo: la entrega generosa y desinteresada de todo lo que tenía, sabía y que fue acumulado a lo largo de su vida. Don Huáscar, como lo llamábamos sus alumnos (esto prueba su modestia; tuve en mi carrera catedráticos que no renunciaban al “doctor” por nada del mundo) fue no sólo mi profesor, fue también mi maestro. Scheller diría -haciendo una paráfrasis- que uno olvida el contenido de lo que le enseñó un profesor, pero mantiene vivo lo que le transmitió el maestro. Curiosamente no he olvidado lo que aprendí en dos materias centrales dentro del estudio de la filosofía: Filosofía Griega y Filosofía Medieval; pero ante todo varias cosas me quedaron impregnadas para siempre en mi larga práctica docente con el pasar de los años: su profundo conocimiento de la materia; nunca tuvimos sus alumnos la impresión de que simplemente estaba leyendo de su cuaderno, una carpeta como la que solíamos tener en la primaria, unida por un “guato”, que abría al empezar su clase. Ese tesoro era la elaboración escrita y resumida de años de lecturas, meditaciones, disquisiciones, interpretaciones de los grandes pensadores de la antigüedad y la Edad Media que él tenía la magia de transmitirnos de manera “clara y distinta”, nos presentaba cualquier contenido como inteligible, sorprendente y enriquecedor.

A este su profundo conocimiento y dominio académico se sumaba su impecable disciplina y rigor docente. Jamás llegó tarde a una clase, ni la terminó 10 minutos antes, no existía aquello de que “se suspendió la hora, el profesor no puede venir”; él estaba pulcro, puntual sentado en su mesa así hubiera un solo alumno. Su honestidad en el desempeño de la cátedra era proverbial, la Universidad le pagaba para enseñar y él no sólo cumplía, sino que lo hacía con amor y devoción por su materia como si se tratara casi de una sagrada misión.

En el Goethe Institut daba yo clases de alemán a las 11.30 de la mañana, principalmente para las madres de familia que querían ayudar a sus hijos en el colegio y que se iban luego, caminando y charlando, a recogerlos a la Ecuador y Aspiazu. Cuál no sería mi sorpresa cuando en un curso veo sentados en mi aula a Don Huáscar Cajías y a Don Luis Ossio. ¡Qué honor, qué responsabilidad! Don Huáscar era el mismo ya sea en el rol de profesor o de alumno, puntual, atento, cumpliendo con todas las tareas y los requisitos, pero además siempre ávido por aprender, por poder interpretar la vida en otro idioma, es decir en una mentalidad diferente y extraña.

A cien años de su nacimiento estoy ansiosa de enterarme de los testimonios de gente que estuvo cerca de él, pienso en primer lugar en sus hijos; ellos recibieron el intangible legado de su ejemplo y siguieron sus huellas destacando como gestores culturales, extraordinarios y sobresalientes docentes, académicos, educadores, escritores, periodistas, artistas; cómo lo revive el resto de su familia, la gente con la que él trabajaba en la prensa, la curia, la Universidad.

Estoy segura de que siempre y donde estuviera don Huáscar fue definitivamente UN HOMBRE EJEMPLAR.

            Por su parte, Juan Cristóbal Soruco, quien también fue director de “Presencia” lo describe como: “Cuando recuerdo al Dr. Huáscar Cajías Kaufmann me vienen, como una sucesión de imágenes, tres escenas. La primera, cuando lo escuché por primera vez en “vivo y directo”. Era una reunión de periodistas que convocó el viejo y hoy inexistente MIR para explicar su propuesta de convocar a una Asamblea Constituyente, sosteniendo que no era un acto inconstitucional, por aquello de que lo que la ley no prohíbe, se puede hacer.

El Dr. Cajías, con su suave, pero contundente tono, les dijo que no era tal, pues la Constitución en vigencia incluía la forma en que debería ser reformada, por lo que la propuesta del MIR no era constitucional y, sobre todo, era muy peligrosa (el tiempo de encargaría de darle la razón, tanto porque la mejor reforma de la CPE fue realizada como disponía la norma, como por las consecuencias de la reforma vía Asamblea Constituyente).

La segunda escena está compuesta por las charlas con el Dr. Cajías en Presencia. Ana María Romero de Campero me nombró Jefe de Redacción de ese periódico, y el Dr. Cajías iba los días sábado a dejar la columna dominical que publicaba; fueron varios, pero siempre pocos a mi gusto, los sábados en los que con toda sencillez –era presidente de la entonces Corte Nacional Electoral—me charlaba de una serie de temas recayendo en nuestro oficio de periodistas. Y estoy consciente de que, como me sucedió con José Gramunt, por ese método se convirtió en uno de mis maestros más generosos.

La última escena es de la última vez que lo vi y abracé. Fue en la misa de nueve días en recuerdo de mi madre. Él se sentó cerca de mí, rezó como él sabía hacerlo como laico católico que era, y al terminar se me acercó y me abrazó, sentí, mucho afecto…

Luego sobrevino su enfermedad y sólo le mandaba saludos…

A esta sucesión de recuerdos, debo agregar el legado que ha dejado en varios campos, especialmente sobre nuestro oficio, que siempre rescato porque es obra de un ser humano íntegro y generoso…

 

RECORDARLO SIEMPRE

            Son muchísimas las voces que quieren recordar a HCK en este Centenario de su nacimiento. Es posible que los actos preparados en las diferentes áreas donde destacó no se puedan dar como deseaban los hijos.

            En cambio, continuaremos difundiendo esos aportes para que las nuevas generaciones sepan que hubo y hay bolivianos ejemplares para la nación y para la Humanidad, sin distinción de épocas, culturas, religiones y clase social.