viernes, 31 de mayo de 2019

ABUNDANCIA Y JUBILACIÓN



            Los mercados populares bolivianos, sobre todo los paceños, deben estar entre los más abundantes y variados del planeta. Las fruteras exiben productos de los valles, de la zona yungueña y cada vez más exóticos frutos amazónicos. No alcanzan los días del mes para probar tantas delicias, desde las manzanas o naranjas tradicionales hasta los achachairus, la flor de Jamaica, los mangos que aumentan los infinitos matices y olores de los puestos.
            Tampoco faltan las verduras y hortalizas cada vez con más exquisiteces y con una amplísima gama, cuyos alcances no conocieron las abuelas. Hay habichuelas tradicionales, otras más largas, las más verdes, las más planas; tomates de diferentes formas y tamaños; locoto, ají colorado, ají amarillo, ají dulce, ají picante, rocotos naranjas; más de cincuenta variedades de papa, camote, oca, racacha, oca, plátano de freír, plátano para patacones, plátano verde, hierbas finas.
            Las caseritas suelen combinar los colores para impactar con un rojo pimentón al lado de una verde acelga, el amarillo del zapallo con los ocres de los tubérculos. Aunque hay productos importados, la mayoría llegan desde todo el país.
            Podríamos seguir enumerando las innumerables ofertas de carnes, cada vez con mayor calidad. Tampoco faltan productos en los almacenes de abarrotes, muchos con el sello de Hecho en Bolivia. (Aunque hasta ahora no encontré en más de 10 lugares en zonas diferentes una bolsa con azúcar de San Buenaventura).
            Sin embargo, ese potencial pantagruélico contrasta con mi jubilación que no llega al salario mínimo después de 40 años de trabajo, aunque no siempre aportando. Resulta que, desde inicio del año, esa pequeña renta disminuye entre Bs. 17 hasta sumas mayores y cada mes retiro menos dinero.
            Esto significa que cada semana tengo menos efectivo para mi alimentación. A este ritmo en dos años me quedaré sin dinero para el mercado. Aún tengo fuerzas para trabajar y completar los ingresos, además de los otros ingresos familiares. Sin embargo, mis cálculos para ser autónoma hasta mis noventa años se hacen trizas.
            Primero reclamé en el banco y la amable señorita me contó que todos protestan. pero así no más es. Me fui a la AFP y la responsable me explicó que han bajado tales y cuales cotizaciones en la bolsa, noticia que no se presentaba desde hace una década.
            No entiendo por qué las organizaciones de jubilados no han presentado al menos una queja, sobre todo por los que las circunstancias nos dejaron como la mayonesa de la generación sándwich, sin beneficios ni del antiguo ni del nuevo régimen. ¿Qué pasará todavía, cuando funcione la Gestora?
            Las experiencias de los fondos de rentas no son amables en Bolivia. Más bien suman muchos los escándalos de corrupción en anteriores regímenes. La llegada de las AFPs supuso un orden gratificante y por lo que se conoce hubo responsabilidad en el manejo de las inversiones.
            Este es un dato más del deterioro de la economía, como bien anunciaron diferentes expertos. Mi temor es que suceda al próximo presidente lo que pasó en El Alto o en Tarija y el MAS dejé vacías las arcas, además del profundo deterioro institucional.


viernes, 24 de mayo de 2019

ALMAGRO, ROMERO, COCA Y COCAÍNA


            Esta semana noticiosa estuvo marcada en Bolivia por las declaraciones del Secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro; por las reacciones del Ministro de Gobierno Carlos Romero contra internautas y contra un reconocido periodista de Santa Cruz; y por la visibilidad de la profunda relación del circuito coca cocaína con el poder político partidario.
            Almagro, funcionario internacional de alto nivel, intentó respaldar la candidatura inconstitucional de Evo Morales, contradiciendo sus opiniones anteriores y sin tomar en cuenta que, a diferencia de otros países, en Bolivia hubo un referendo que perdió el oficialismo. Ninguna medida posterior puede ignorar el resultado: “Bolivia dijo No”.
            No me referiré a las razones del político uruguayo apodado “panqueque” puesto que ya muchas personas opinaron sobre el tema y sobre su aparente personalidad bipolar.
Al final, logró neutralizar a Evo Morales que ya no podrá reaccionar contra él cuando la OEA reinicie sus acciones contra el régimen de Nicolás Maduro.
            Lo más inexplicable, si no queremos pensar mal, es la visita de Almagro al Chapare y cómo lució una guirnalda de hojas de coca de la región considerada fundamental para la materia prima de la cocaína que termina envenenando a jóvenes de todo el continente. Además, bailó con mujeres bajo sospecha de ser parte de un clan vinculado al narcotráfico.
            Estrafalario como es, declaró en Argentina que no sabía que el collar era de coca. Las imágenes lo contradicen y podrán ser usadas duramente en su contra en el futuro próximo. A otros visitantes extranjeros les colocaron adornos similares, los cuales fueron retirados cortésmente.
            Mientras, el ministro Carlos Romero tuvo dos estallidos de ira que tampoco lo favorecen. El primero fue intentar iniciar un proceso penal a internautas por burlarse de él. La reacción de la opinión pública condenando el hecho fue fortísima y retrocedió.
            Sin embargo, el lunes, la ciudadanía conoció asombrada las amenazas agresivas de la propia autoridad contra un periodista que se distingue por su profesionalidad del matutino “El Deber”, órgano que goza de la más amplia credibilidad por el manejo responsable de sus contenidos.
            La rabieta de Romero, quien suele ser más sereno, está vinculada al mayor escándalo de narcotráfico desde la tragedia de Huanchaca en 1986. Por una filtración de un audio y el trabajo de la prensa, el país conoció fuertes indicios de la captura del estado en manos de narcotraficantes, empezando por la policía y el poder judicial.
            El caso Montenegro no es solamente un asunto de comisaría, sino que devela cómo el circuito coca cocaína puede llegar a vincular a mafiosos bolivianos con comandos brasileños, carteles colombianos y los emporios delictivos italianos. Es la prensa local e internacional la que contribuye a difundir los datos.
            ¿Por qué se enoja tanto el ministro Romero? ¿Por qué callan los dirigentes cocaleros, Leonardo Loza, Leonilda Zurita, Margarita Terán, tan opinadores en otros temas? ¿Qué hay detrás de esta banda y cómo lograron años de impunidad? ¿Será posible algún día saber la verdad?


viernes, 17 de mayo de 2019

OLOR A CLOACA


            “Me contó que iba divinamente en las encuestas”, relataba Margot Leongómez al recordar el ascenso de su hijo Carlos como candidato en las elecciones colombianas en 1990, a pesar de no contar con los recursos económicos, logísticos y la maquinaria del estado, como otros contendientes.
            “Quisiera que estuvieses en el fondo de ellas (esas encuestas)” le respondió ella. “Ya tenía la angustia de que lo iban a matar”. A Carlos Pizarro no le perdonaban algunos de sus antiguos aliados ni sus enemigos una virtud: no estaba involucrado con el narcotráfico. Murió acribillado en pleno vuelo de Avianca a los 38 años.
            Era la época más oscura de la política de un país cuyo estado había sido capturado por los carteles de la droga. Policías de todo rango, fiscales, jueces, tribunos, jugadores de fútbol, reinas de belleza, las FARC, líderes sindicales, todo, todo ya estaba pringado con el dinero sucio, fácil y abundante del circuito coca/cocaína.
            El primero en denunciar el alcance del negocio fue un Ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla. Pablo Escobar no le perdonó jamás. La primera tarea contra él fue intentar hundirlo moralmente. Un tramposo depósito de un narco en su cuenta personal sirvió para acusarlo con una dura campaña mediática, apoyado por sus servidores en el parlamento y por su amante desde la TV.
            Fue meticulosa la patraña de Escobar, Rodríguez Gacha y otros narcos unidos contra el prestigio ganado durante años por la familia Lara Bonilla. Rodrigo demostró que era inocente del torpe ardid, pero ya el “olor a mierda” lo había tocado. Aunque la verdad se impuso, quedó lastimado. No fue suficiente para los narcos y Pablo ordenó asesinarlo, como haría más tarde con tres candidatos presidenciales.
            Los juegos de la transnacional más grande del planeta, esa que ningún socialista del Siglo XXI intenta nacionalizar, han carcomido las bases de las instituciones de muchos estados en el continente: Nicaragua, México, Venezuela. Colombia logró recuperarse en parte gracias a acciones de la sociedad civil y nuevos políticos.
            Las mafias compran policías y jueces desde las épocas de Al Capone. En Bolivia se da ahora un caso más perverso, los policías se involucran directamente con el negocio de la droga y usan a los narcos en su escalada delictiva. Escobar comenzó como ladrón de lápidas; Gonzalo Medina fue hace más de una década acusado de extorsionador.
            En pleno comando se divertían y, al parecer, también se drogaban quienes debían combatir al tráfico ilegal de estupefacientes. Todo juntos, el jefe, el investigador, el encargado de aeropuertos en Chimoré y Santa Cruz. ¿Nadie sospechaba?
            En medio de tanto olor a podredumbre desde el poder político del MAS se quiere confundir a la población sobre quién es quién, como si todos fuesen de la misma olla podrida. Voces chillonas intentan enlodar a familias que dieron todo su trabajo intelectual a la memoria de la patria, mientras sus jefes comparten con los verdaderos delincuentes.
            ¡Tanta impunidad en las narices del ministro y él se preocupa por los internautas!

           


viernes, 10 de mayo de 2019

EL PRECIO DE LO ILEGAL


            Hace más de un año, los vecinos de El Montículo contemplaron la construcción de un edificio en el jardín de una casona de la época de esplendor del barrio. Los ladrillos aumentaban rápidamente afectando a otras viviendas. Los más afectados enviaron cartas de queja a la Alcaldía y una empresa inicio un juicio a la familia Tapia, flamante dueña.
            Las autoridades colocaron cintillos de prevención pues la construcción no tenía permiso, destinada aparentemente a vivienda y a venta de electrodomésticos. El gobierno municipal anunció que sería derribada bajo el amparo de una nueva norma para impedir que sigan las edificaciones clandestinas que tanto afectan a la ciudad.
            Cuando la Junta de Vecinos estaba lista para la acción, se supo que el concejal del MAS Jorge Silva envió un recurso para que el Tribunal Constitucional impida que el GAMLP frene los avasallamientos. El populismo anula la razón.
            Años atrás, cuando la Subalcaldía de Mallasa intentó impedir las tomas de loteadores disfrazados de “comunarios” que se apoderaron de zonas verdes, la policía (politizada por el MAS) negó su ayuda. Es más, varias de las autoridades municipales fueron agredidas por los usurpadores de terrenos destinados a la recreación y zona verde de la urbe. Esas viviendas pasaron rápidamente de cuartuchos a edificios con garajes para varios vehículos. A pesar de no estar bajo la norma vigente, acceden a servicios. Pronto otras más aparecieron a lo largo de la carretera pese a los esfuerzos del entonces gobernador César Cocarico que quería ampliar la futura conexión con Cochabamba.
            Más abajo, otro ejemplo de ilegalidad, desde el cuello blanco de un médico. ¿Qué municipio dio permiso para la construcción de la clínica Talentum? ¿Por qué se acogió a otra alcaldía ignorando las fronteras del municipio paceño? ¿Por qué aparece ahora albergando letreros de la alcaldía de Mecapaca? Actualmente está alquilada por el Estado.
            A su alrededor otras construcciones y filtraciones muestran la falta de consistencia de esos terrenos. Ya hubo un deslizamiento y siguen construcciones parecidas a las del Montículo, a las otras muchas casas o casotas que asoman en las laderas.
            ¿Son razones económicas las que llevan a las personas a preferir construir sin normas, ni planos ni planimetría ni catastro? Algunos casos se amparan en la pobreza, pero muchísimos son ejemplos de los falsos pobres, los que se esconden detrás del pretexto para hacer lo que les da la gana. O edificios que provocaron el desplome de casas emblemáticas como las antiguas embajadas de Francia y de Gran Bretaña. Silencio.
            Tanto en anteriores deslizamientos como en el terrible caso del 30 de abril, los ilegales que no respetan las normas arrastran a los legales que las cumplen. La topografía de La Paz encierra decenas de amenazas de construcciones clandestinas sobre zonas aprobadas.
            Lo más triste y desesperanzador es que ese estado de situación no cambiará.
            Al contrario, la falta de cumplimiento de la ley es alentada por el propio primer mandatario Evo Morales que anuncia que adecúa las leyes a su gusto, “para eso son abogados” y que no cumple el resultado de un referendo.
            Y por Álvaro García Linera que felicita a los que tienen autos chutos, “instrumentos de trabajo” y declara que desde el helicóptero vio satisfecho la cantidad de chutos en los Yungas. ¡Es el proceso de cambio!

           

viernes, 3 de mayo de 2019

ELECCIONES EUROPEAS Y BOLIVIA


           En abril de 1996, Cochabamba recibía a los ministros de relaciones exteriores del Grupo de Río y de la Unión Europea en el momento más alto de las relaciones intercontinentales como la fuerza que equilibraba el planeta. La cancillería boliviana era en ese entonces profesional y preparó un programa impecable y documentos históricos.
            Gobernaba Gonzalo Sánchez de Lozada quien presidió una cascada de reuniones internacionales regionales, continentales y bicontinentales. En ese marco llegó a Bolivia después de 50 años un presidente chileno, Eduardo Frei. La Policía era capaz de garantizar la seguridad de todos y el exguerrillero colombiano Antonio Wolf contaba que por primera vez en su vida caminaba seguro por una plaza.
            El Grupo de Río reunía a estados latinoamericanos junto al CARICOM caribeño presididos por mandatarios de distintas tendencias ideológicas, pero con un común deseo de integración bolivariana. La Unión Europea estaba fortalecida después de la caída del Muro de Berlín y era la principal socia de Latinoamérica, incluida Bolivia. Esa relación era la gran esperanza de un mundo pacífico y de creciente bienestar. La región conquistaba la democracia, aún a saltos, pero por primera vez en la historia continental los gobiernos eran constitucionales.
            Particularmente, en el caso boliviano, la UE ofreció siempre una amistad sin condicionamientos, apoyo económico, tecnológico y político. Fueron regímenes como Holanda o Alemania, Suecia, Francia y también España los que acogieron a refugiados políticos y aislaron a las dictaduras militares hasta la recuperación democrática.
            Sucesivos parlamentos europeos, casi siempre con una mayoría de centro izquierda y/o centroderecha, mantuvieron buenas relaciones con América Latina y con Bolivia. Son muchísimos los asuntos de interés entre ambas regiones, aunque no siempre La Paz consiguió aprovechar ofertas privilegiadas de comercio justo.
            Muchas veces visitamos Bruselas y Estrasburgo donde encontramos entusiastas políticos en su visión hacia nuestra región. Sin embargo, las fuerzas políticas cambiaron drásticamente en la última década. Los gobiernos populistas de derecha en Europa y sobre todo el populismo del llamado socialismo Siglo XXI rajaron esa construcción de décadas.
            Estos días visitamos Berlín y escuchamos a parlamentarios y a candidatos preocupados por el crecimiento de la extrema derecha en diferentes países de la UE, las incertidumbres provocadas por el Brexit, asuntos como la migración desde el sur, la situación de las minorías.
            Fue difícil, nos contaron, lograr una posición de los 28 estados en relación a la crisis venezolana rechazando la ilegalidad del gobierno de Nicolás Maduro. Hay mucha preocupación por el futuro de Bolivia con un candidato que perdió el referendo para abrir la constitución a su habilitación, pero que igual se presenta.
            Sólo un puñado de parlamentarios europeos envió una carta de apoyo a Evo Morales, de los 751 actuales. Será más difícil tener reconocimiento entre los diputados elegidos el próximo 26 de mayo pues las encuestas anuncian el incremento de parlamentarios de la derecha.
            Además, la UE privilegia las relaciones con estados que respeten los derechos humanos, las libertades como la libertad de prensa, los procesos eleccionarios correctos, la vigencia de la división de poderes y la independencia de los jueces.
            Los bolivianos deberían atender más lo que está pasando en la UE pues esa la fue la mejor ancla internacional para los años de la democracia, aún en este ciclo deteriorado.