viernes, 24 de junio de 2022

LA VICTORIA DEL LIBRO

 

            Entre las oportunidades que trajo la pandemia del COVID 19 a la Humanidad está la publicación de títulos de libros con distintas temáticas, con varias centenas de páginas o en más de un volumen, que se convirtieron en éxitos editoriales. La gente volvió a comprar libros y a leer obras que parecían imposibles, por su tamaño y por su especificidad.

            Los reportajes sobre las ferias del libro que se desarrollan en diferentes latitudes del mundo así lo evidencian. Hay autores consagrados, hay muchos autores jóvenes- entre ellos muchachas veinteañeras- que han escrito obras novedosas y a la vez repitiendo las preguntas que durante siglos afligen a los seres humanos y venden muy bien.

            Las relaciones amorosas, los tríos infaltables, la incomprensión generacional, los tropiezos profesionales, las muertes inesperadas, la violencia, los celos, el destino, en resumen, los asuntos que dan sentido a la vida son inquietudes que no se pierden. Los confinados se volcaron a adquirir libros en compras on line y ahora en librerías y encuentros con los autores.

            Anteriormente nos hemos referido al fenómeno editorial del ensayo de Irene Vallejo: “El infinito en un junco”, con casi 500 páginas y que en el primer año de la pandemia vendió 400 mil ejemplares y se tradujo a los principales idiomas del mundo y a otras lenguas menos frecuentes en los cinco continentes. El texto no es una historia de amor ordinario, sino es un repaso sobre la memoria, las bibliotecas, los soportes de la escritura, las posibilidades infinitas que tiene un libro cuando es leído.

            En España, el 2020 se publicaron 13.672 títulos de no ficción, los cuales encontraron lectores en toda la península. De pronto, era posible asegurar que el libro seguía como uno de los objetos más preciados de los seres humanos; que los amantes de la lectura tienen para rato y que está muy lejos el apocalipsis que presagiaba el fin del papel impreso, anunciado por los pesimistas y por los consumidores de redes sociales.

            Otro texto que entremezcla historia, biografía y ensayo: Los Europeos, el nacimiento de la cultura cosmopolita del historiador británico Orlando Figes, con sus más de 600 páginas, es otro éxito de ventas. Actualmente más, pues indaga sobre el surgimiento de la cultura europea en el siglo XIX y la relación con los autores y músicos rusos cuando ese país buscaba su identidad.

            Otros lectores retornaron a los clásicos como “Guerra y Paz”, la gran obra de León Tolstoi, “El Quijote” de Miguel de Cervantes, las novelas épicas de Tomás Mann o de Goethe y Dante. También en Bolivia las ferias de libros recobran su audiencia y seguramente volverán las colas para adquirir el ejemplar de algún autor.

            El libro que publicó la fundación alemana sobre historia boliviana, “Un amor desbordado por la Libertad”, en dos tomos con 1400 páginas, ha tenido un éxito que los editores y coautores no esperaban. Siguen los pedidos desde todo el país.

            Mientras esto sucede a nivel mundial, el vicepresidente David Choquehuanca se empeña en negar el valor de la literatura. No solamente son sus dichos pintorescos sobre las piedras y las arrugas, sino en sus agresivos discursos a los jóvenes rurales.

            Tal como insistía el líder cocalero, también él desprecia al conocimiento, al estudio, a los profesionales, a los que quieren aprender más y mejor. Otras voces oficiales condenan al idioma inglés, cuando éste es la llave para acceder a buena parte de lo que la humanidad produce, sobre todo en tecnología. Tampoco Mariano Melgarejo respaldaba la alfabetización masiva.

            El problema que tenemos varios países latinoamericanos es que los gobernantes no alientan la cultura, el estudio, el aprendizaje. Esa es la herencia más lamentable del socialismo de caviar, mucho gusto por el vivir bien con fiestas y farras, ninguna inversión en bibliotecas. ¿O los han visto inaugurando al menos una en algún lugar del mapa?

 

           

viernes, 17 de junio de 2022

LA HISTORIA LOS CONDENARÁ

 

            ¿Evo Morales, Luis Arce e Iván Lima definieron el juicio ordinario contra la presidenta constitucional Jeanine Añez? Lo dudo. Por los antecedentes del Movimiento al Socialismo (MAS) y por los viajes del dirigente cocalero, posiblemente esa maldad fue decidida en otras capitales; en otros palacios con servicios de inteligencia foráneos.

            Desde que el MAS se convirtió en una pieza clave para la expansión de la geopolítica de Hugo Chavez (después del fracaso con Cristina Corrales), esa agrupación es parte de un sistema político más grande y ambicioso. Esa relación le dio una fortaleza para contar con mucho dinero (nunca transparentado), con apoyo internacional y con un eco mediático permanente.

            El MAS, particularmente Morales, no disimularon su sumisión a Venezuela. Más tarde, sus contactos se ampliaron a Argentina, Brasil, México, el continente, agrupaciones políticas y parapolíticas. Entre los invitados especiales llegados a Bolivia estuvieron representantes de dictaduras africanas. Sin olvidar las sospechas de los contactos con grupos armados colombianos y, lo más complicado, la relación con la internacional del narcotráfico, como denuncian algunos medios.

            En el primer capítulo importante del gobierno del MAS, la cita de la Asamblea Constituyente, la presencia de asesores extranjeros llegó al extremo de que la carta magna fue finalmente responsabilidad de españoles. Salvo la de 1826, que fue esbozada fuera del país, ninguna otra constitución boliviana fue corregida por “agentes del imperio”.

            La presencia de tropas venezolanas fue abierta y sin control en varios lugares del país -con letreros de bienvenida en la Chiquitanía- sin ninguna voz de denuncia en el parlamento, como sucedió cuando vinieron militares estadounidenses en los años 80. ¿Cuántos aviones llegaron acá desde Caracas, cuántos salen de Chimoré para allá?

            Los chinos se sintieron dueños de espacios bolivianos, aplicando sus leyes contra los derechos de trabajadores paceños, de obreros potosinos, de pobladores benianos. Era común ver cantidad de orientales en las calles, sin que nunca el gobierno diese estadísticas o anunciase límites sobre los que trabajaban puentes en Rurrenabaque o en Uyuni, los únicos inversores que no enfrentan bloqueos. Las jefas chinas aterrorizaban a las secretarias nacionales ante la inoperancia del Ministerio de Trabajo.

            Cuba influye directamente en políticas públicas, sobre todo en la primera gestión de Morales. El embajador de La Habana ingresaba a ministerios con prepotencia, como si fuese su casa. Los (no) médicos recibidos con entusiasmo se convirtieron en un agujero de pagos incontrolados del estado boliviano a ese país. La dependencia de Morales se evidencia en viajes, declaraciones, tomas de decisiones, que su lengua locuaz revela.

            El Estado Plurinacional es un paréntesis en la historia de Bolivia. En casi doscientos años de independencia hubo dictaduras, gobiernos progresistas, liberales, conservadores, nacionalistas. Sin embargo, no existe una época similar de intromisión tan notoria en la política nacional de gobiernos extranjeros y de pajpakus como Andrés Salari, Grupo Neorona y redes de propaganda multinacionales.

            El descarado sometimiento del gobierno a la política rusa que invade un país y causa hambruna mundial, en contra de los propios intereses bolivianos, es otra muestra de ello. Aparte de la ignorancia de sus representantes, claro está, en sus planes está seguir el camino de los Ortega Murillo.

            Sin embargo, la Historia no absolverá los que han tramado y a los que han consumado la condena a una mujer víctima de las circunstancias, saltando los valores que aún tiene esta sociedad, sobre una mentira que ni ellos la creen. 

viernes, 10 de junio de 2022

LOS HÉROES MUEREN DE PIE

 

            La misma generación Serrat, completada con hijos y nietos, es parte de otra generación también marcada por un español: la generación Nadal. Millones de personas que admiran al cantautor catalán porque no se dejó absorber por la vorágine de la farándula, siguen al tenista mallorquín que triunfa en la cancha y vence en ese mismo tiempo la batalla contra el dolor físico.

            Ambos son ejemplos del esfuerzo como supremo valor para lograr la propia fortaleza; nada es regalado, todo es tallado. Declaraba hace poco Rafael Nadal que en el deporte hay victorias y derrotas, pero que para él lo principal es regresar al hogar con la seguridad de haber dado todo para jugar un buen partido.

            Un buen partido, como todo en la vida, no es simplemente anotar puntos (o goles) sino mantener el respeto por el ocasional rival (sin patearle la canilla porque ganó la pelota); es saludar al pasapelotas con amabilidad; es festejar el buen juego del contrincante; es ganar jugando, es perder sonriendo, es festejar sin ningún tipo de excesos.

            Joan Manuel y Rafa tienen la virtud de combinar talento y mérito: lo que la naturaleza les designó como heredad y la forma en la cual aprovecharon cada oportunidad. Al cuerpo y sus potencialidades, unen el equilibrio emocional (emotivo) y la claridad mental, la lucidez de cada instante vivido. Los públicos se enloquecen cuando los aplauden y victorean. La gente reconoce que la sencillez y la humildad son la mejor hoja de ruta para conseguir la Felicidad.

            Desde inicios del siglo, las posibilidades de asistir a un Gran Slam del tenis con categoría mundial cambiaron para una gran cantidad de aficionados en el mundo. La globalización, la concentración de medios de comunicación con inversiones de capitales millonarios tiene esa ventaja. Amamos y rechazamos a ESPN porque es una multinacional que dejó sin posibilidades de competir a los peces chicos como los programas deportivos bolivianos que ni juntando recursos podrían ser otra voz. Sin embargo, sin ESPN y otras grandes cadenas no llegarían a los televisores y redes esos encuentros de élite.

            Al mismo tiempo, como pocas veces en la historia mundial del tenis, se juntaron en este ciclo desde 2005 grandes jugadores, sobre todo en la categoría de varones, que inmediatamente acumularon fanáticos en todo el mundo. Ahora mismo, los comentaristas especializados dudan que por lo menos en los próximos años se vuelva a encontrar en la cancha ese original perfil de campeones.

            De todos ellos, Rafael Nadal, aquel casi adolescente melenudo y juguetón que llegó a levantar la copa desde su primera participación, avanzó paso a paso a ser una persona de calidad particular.

            Su actitud en la cancha, su disposición a trabajar cada punto; su decisión de seguir en la batalla, a pesar del sudor, a pesar del marcador adverso, a pesar del dolor físico, lo convirtieron en leyenda.

            Este año, sea en Australia o sea en Francia, Rafa mostró que en su lenguaje no existe la palabra “rendirse”. Sobre todo, su participación en el parisino Roland Garros se dio en medio de un contexto mundial cuando los villanos desataron la guerra y sus horrores, él se convierte en un ejemplo del otro rostro de la humanidad.

            Hay héroes cuya única arma es una raqueta. Hay héroes que son ejemplo para los niños y jóvenes. Dejan todo en la cancha, viven y mueren de pie, sin quejidos ni lamentos, sin culpar al otro por sus desgracias.

viernes, 3 de junio de 2022

PRESIDENTE ARCE” vs. “SUPER LUCHITO”

 

            Vuela con una capa roja imitando al mítico héroe de los cómics estadounidenses. Vestido de azul, con un cinturón amarillo, aprieta los puños en apronte de batalla. Parece un personaje de la multinacional Marvel. Es “Super Luchito” luchando “por Bolivia”.

            “SL” es la sigla del apodo que usó su propaganda electoral. Lo presentaron como uno de los superhéroes de la pantalla, aquellos protagonistas adorados por los niños, y adolescentes bolivianos, incluyendo los de origen aimara.

            Las famosas historietas fundadas en 1939 vencen fronteras de idioma, de ideología, de generaciones y de géneros. A pesar de ser uno de los símbolos más evidentes del imperialismo yanque, sus imágenes son imitadas para subrayar la fortaleza de alguien.

            Seguramente así lo entendieron los del equipo del Ministerio de Economía y Finanzas para destacar los logros de Luis Arce Catacora al frente de esa cartera en los años de la bonanza económica que le tocó administrar. “SL” era presentado como el artífice de la estabilidad, de la reducción de la pobreza, de la baja inflación, de las inversiones públicas y privadas. Añadían a su hoja de vida sus conferencias en las más importantes universidades de Washington (no de La Habana o de Moscú) y su trabajo de consultor internacional paralelo a sus clases en la universidad.

            Sus detractores se mofaron del apodo en las redes sociales. Los expertos explicaban las causas profundas del éxito económico entre 2006 y 2014. Sin embargo, las amas de casa estaban contentas porque había de todo para comprar en el mercado. El “milagro” llegaba hasta el último rincón del territorio, de una u otra forma.

            No fue obra de “SL” la estabilidad macroeconómica, pero seguramente él fue el responsable de mantenerla. ¿Qué hubiese sucedido si, por ejemplo, ocupaba ese despacho alguien como el no matemático Álvaro García Linera o un pachamamista? Arce, como funcionario público con tres décadas de experiencia en el Banco Central, tuvo la escuela más pulcra del modelo neoliberal. Por varios años evitó medidas populistas y fue reconocido como uno de los mejores ministros del subcontinente.

            Fue por ello poco entendible cuando alentó medidas inmediatistas y de resultados perversos, como el doble aguinaldo. ¿Alguien ha cuantificado cuántos empleos legales y seguros se perdieron, cuántas empresas e instituciones cerraron por esa política salarial demagógica, cuántos profesionales se fueron del país?

            Como presidente, Luis Arce desdibuja a “SL”. Comenzó su mandato centrado en el sainete de un golpe de estado inventado. Optó por los discursos de odio, contrarios a su comportamiento anterior. Ignora a los microempresarios, a los emprendedores y las emblemáticas empresas nacionales que mantienen la oferta “Hecho en Bolivia”.

            No respalda el esfuerzo colectivo para salvar al país del descalabro provocado por el virus exportado por los chinos. Cuando los números mejoraban, “SL” se alía con los villanos del planeta. El respaldo del Estado Plurinacional a la invasión de Rusia a Ucrania es de efectos desastrosos, como lo reconocen sus propios ministros ante la escasez de alimentos. Peste, guerra, ahora se asoma la hambruna.

            ¿Acaso los habitantes de este territorio en el sur del planeta no serán parte de los más sacrificados por la ambición de Vladimir Putin? Sólo la humanidad unida, decidida y consciente podría detener al asesino sentado en el Kremlin.

            La Kriptonita roja tiene consecuencias terribles, incluso la pérdida del poder. “SL” debería saberlo; su enemigo íntimo se aprovecha.