Cuentan que tertulianos
sucrenses prepararon una trampa al célebre Nicolás Ortiz Pacheco, quien siempre
los ganaba con sus argumentos. Enviaron a un canillita para que le entregue una
nota al medio día en el centro de la plaza para que él no pudiese disimular su
enojo al leerla. El papel decía una sola palabra: “mierda”. Efectivamente, al
descifrarla no pudo disimular su asombro.
Los amigos lo esperaban
ansiosos en la esquina pensando que esta vez el panelista no tendría respuesta.
Sin embargo, Ortiz Pacheco los volvió a ganar cuando les replicó:
- “¿Saben qué es un
anónimo?”
- “Sí”, dijo uno, “una
carta sin firma”.
- “Generalmente un texto
infame”, completó otro.
“Exacto”, apuntó Don
Nicolás. “Pero hoy he recibido un anónimo al revés. No tiene texto, solamente
la firma del que lo envió: “mierda”.
Recordé la anécdota al
leer las explicaciones de Jaime (Jimmy) Iturri para intentar salvar el
pellejo después del brulote presentado el domingo pasado con la mejor actriz
del masismo, la rubia teñida Gabriela Zapata. Igual que hace tres lustros,
cuando tenía otro patrón, otro jefe, y defendía al periodismo sensacionalista,
de peladas y escándalos, y sucedió el caso Guiteras.
En este gobierno, el
principio del “secreto de fuente” se presta para esconder otros problemas y
otras rivalidades. Ahora resulta que se quiere invocar la Ley de Imprenta para
proteger el anonimato de un mercenario que por algún favor muy especial de
Régimen Penitenciario accedió a entrevistar a la rea más famosa del país y la
vendió a ATB. El rumor es que ese Mr. X más bien pagó a ATB para que Gabriela
discursee. Iturri aclara que él sólo la editó. Qué tal.
El gobierno de Evo Morales
ha hecho de todo por destruir al otrora respetado periodismo boliviano:
represión, cerco, ahogo económico, persecución institucional, amenazas,
llamadas rabiosas, y mucha, mucha compra. Pero este último capítulo es el más
estúpido de todos.
Así como se dice que el
ladrón cree que todos son de su condición, también los chupa tetillas creen que
los demás ciudadanos aceptarán sus explicaciones para justificar un formato de
entrevista donde no aparece el entrevistador. Y para que la ahora apodada “Chimoltrufia”
cuente el cuento del gallo pelao.
Qué veloz la reacción del
gobernador Iván Canelas para aplaudir a ATB. Otros masistas están dichosos
porque más de miles vieron ese día su canal que hace rato perdió audiencia.
Todo vale.
Es solo un video infame,
como todo anónimo. Y es también otro ejemplo sui géneris, como diría Ortiz
Pacheco, con firma de ese X, “mierda”, y lo que está ahí detrás.