lunes, 7 de agosto de 2017

BOLIVIA Y LA REVOLUCIÓN RUSA EN LA PRENSA

IX ENCUENTRO DE ASOCIACIÓN DE ESTUDIOS BOLIVIANOS
Sucre, Julio 2017 (mesa 27 de julio)

LA HISTORIA DESDE EL PERIODISMO, EL PERIODISMO DESDE LA HISTORIA

         El historiador estudia desde el presente el pasado remoto, lejano, cercano, incluso muy cercano. Tiene una gran ventaja, escribe conociendo de antemano el final y consciente de quién o quiénes ganaron. Es diferente relatar un partido deportivo ya finalizado que relatarlo mientras transcurre.
         El periodista cuenta un hecho actual con una apretada cronología. ¿Qué sucede cuando el reportero envía notas sobre hechos que luego serán historia? ¿Puede ser un testigo discreto? En el otro extremo, ¿qué sucede con su público? A veces hay intuiciones, a veces no; el lector no siempre puede imaginarse que el titular de esa mañana significará un cambio profundo con duración de siete décadas.
         La crónica es el formato más completo porque une la historia con el periodismo, además de aprovechar técnicas literarias, pero no aparecía en la prensa boliviana de 1917.
Hace cien años, los diez días que conmovieron al mundo desde la lejana Rusia, alcanzaron de forma gradual a la opinión pública. Aún era prematuro vislumbrar el impacto formidable de aquella victoria en la historia nacional y continental, asunto que verán otros colegas en este encuentro y en el seminario internacional del próximo noviembre.
El intento para escribir esta ponencia fue situar 1917, Bolivia, La Paz, Sopocachi e imaginar a una mujer que sabe leer y escribir, que compra el periódico liberal cada día (“El Diario”) y algún otro ocasionalmente. ¿Qué leyó sobre los sucesos en Petrogrado, en Moscú? Esta es una aproximación a lo que pudo aportarle esas lecturas.
Como notarán, había mucha confusión de hechos, personajes y lugares.
El contexto general, a nivel nacional, era: elecciones donde los liberales ya no tenían clara mayoría y estaban divididos; la posesión del nuevo gobierno (8 de septiembre), la posterior acusación contra el ex presidente Ismael Montes y un intento golpista; la muerte del ex presidente Juan Manuel Pando y los inicios de la investigación; el escándalo en torno a negocios de la Patiño Mines; las formas de ocupación en los gomales y “tierras baldías” del norte; las relaciones con Chile, principalmente, y con otros vecinos; la vida social y la expansión citadina hacia la Plaza Abaroa, recién estrenada, las nuevas calles con casitas que se anunciaban a dos cuadras del tranvía, con baño y w.c., luz eléctrica, sembradíos y sirvientes. Un aviso decía: “Sirvientes: dos indígenas honrados y acostumbrados al pongueaje desean contratarse como pongos. Dirigirse a esta imprenta.”  Se publicó un largo debate en el segundo semestre relacionado con los resultados de la misión belga de Georges Rouma en el desarrollo de la educación pública. También salió un extenso análisis de una posible Ley de Imprenta.
En las noticias internacionales dominaban los combates europeos en el declinar de la Primera Guerra Mundial y las palabras de sus principales protagonistas, además de hechos relevantes del año como el ingreso de los Estados Unidos a la confrontación y el rompimiento diplomático de varios países latinoamericanos con Alemania. (En Bolivia, aparece una primera lista negra de alemanes no gratos para E.E.U.U., varios fundadores de empresas exitosas).
También se dieron conflictos sociales y políticos en México, Centroamérica, Venezuela, Ecuador y una gran huelga ferroviaria y obrera en Argentina.
El lector dependía de los cables, textos y fotos, que enviaban la agencia Reuter de Inglaterra- que no era neutral-, la agencia Havas y alguna otra. Los editorialistas no comentaban esos hechos; quizá tenían bastante con las peleas políticas criollas. En algunos casos, desde capitales de la región, los corresponsales propios enviaban notas.
Es posible inferir que la gran mayoría de receptores no conocía otra versión y seguramente era una minoría la que podía enterarse de lo que pasaba en Rusia a través de la prensa socialista o de otros medios. Aún no había radios en Bolivia y las revistas argentinas llegaban con retraso.
Los periódicos de la época no pasaban de un cuerpo, tamaño estándar, en blanco y negro, con menos de 20 páginas en promedio, y con la costumbre de reproducir in extenso los discursos oficiales o partidarios, las polémicas entre intelectuales, los documentos parlamentarios.
Las noticias desde febrero (marzo) hasta diciembre de 1917 relacionadas con la Revolución Rusa aparecen entre las noticias sobre la guerra europea, casi siempre en páginas interiores, salvo en ocasiones especiales como la posesión de un gabinete o la imagen de (Alexander) Kerensky en primera plana. No existe un gran titular que diga: “Estalla Revolución en Rusia”, o algo similar, como sucedió con Cuba en 1959 o con los sandinistas en 1979.
En esa información no se nombraba otros hechos relacionados, como las revueltas populares de 1905, sino lo que pasaba día a día, a veces reproducían rumores porque no existía posibilidad de confirmar la noticia.
Éste es un resumen de lo más relevante que se publicó en La Paz.

LOS HECHOS DE FEBRERO/MARZO
        
Un breve repaso por la prensa de la época nos ubica cómo llegaron las primeras noticias, a mediados de marzo de 1917 a la prensa nacional. (Recordemos que las sucesivas protestas aumentaron en 1916 y fueron más continuas y desafiantes desde enero de 1917. Son muchos los detalles, pero esos inicios no fueron consultados en mi revisión).
 El 27 de febrero en el calendario ruso (por eso se conoce como Revolución de Febrero), 8 de marzo en el calendario gregoriano, las tradicionales manifestaciones por el Día Internacional de la Mujer se transformaron en una gran revuelta popular. Fueron sobre todo las obreras textileras las que prendieron la mecha, asunto que aparece en los despachos reproducidos en la prensa paceña.
         El viernes 16 de marzo de 1917 (calendario gregoriano), “El Diario” publicó una primera noticia sobre los combates en Petrogrado y Moscú y la confirmación oficial de la abdicación del Zar Nicolás II y de su hijo, el Gran Duque Nicolás, después de 21 años de gobierno (a las 14.30 del 14 de marzo). Era el final de los Romanov. Las noticias eran todavía confusas por la censura y llegaban vía Londres. Se conoció el apresamiento de ministros y oficiales y la conformación de un nuevo gobierno desde la Duma, el parlamento ruso.
         Según se sabía los disturbios comenzaron días antes, motivados fundamentalmente por la falta de alimentos. Cuando la muchedumbre llegó al arsenal, frente a Lietenic Prospecto, los soldados se negaron a disparar, después se unieron policías y otros militares y la protesta se transformó en Revolución. Otro cable informaba de la llegada de regimientos a la capital ondeando la bandera roja.
         Por su parte “El Tiempo” difundía detalles del apresamiento de la familia real cuando se detuvo el tren imperial en una estación y su confinamiento a una zona rural, la enfermedad de los niños, especialmente de Alioscha y el intento del zar de suicidarse.
         El Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa apoyó la revolución y así lo hizo difundir en sus templos. La población rusa era de 174 millones, casi todos empobrecidos campesinos y obreros.
         También se informó de la revolución en Alemania y del reemplazo de Liebknecht en Potsdam por el socialista Mehring. El tablero mundial se cambiaba aceleradamente.
         La cobertura fue intensa hasta fines de marzo, luego la tensión electoral nacional ocupó toda la atención.
Nota de Redacción. -En ese intervalo, recordemos que el Comité Provisional de la Duma estatal se reunió inicialmente con los mencheviques con la idea de formar un gobierno amplio, algo que no prosperó después de varios días de debates. El Soviet de Petrogrado ofreció públicamente su apoyo al gobierno provisional pero no aceptó ingresar al mismo. Los socialistas pidieron Asamblea Constituyente elegida por voto universal, la liberación de los presos políticos, libertad de prensa y de asociación, libertad para formar nuevos partidos políticos, una agenda que aceptaban todos. El gobierno prometió voto universal y el reemplazo de la policía zarista por milicias nacionalistas.
         El Sóviet de Petrogrado calificó a la flamante revolución de burguesa y el gabinete quedó conformado por liberales, conservadores moderados y Alexander Kerenski que actuó más a título personal.
         Los sucesos de julio en Rusia y los muchos problemas casi no fueron publicados, aunque marcarían las rupturas internas en el gobierno, el creciente poder del Sóviet de Petrogrado y la situación anárquica entre las tropas rusas.

INESTABILIDAD RUSA
         El 2 de septiembre se publicó una foto en primera plana del gabinete ruso, destacando a la presidente Englehart “de la revolución democrática”. Por varios días los cables informaron sobre el abandono de los rusos de posiciones ya consolidadas contra los alemanes.
         El 6 se difundió que el ex presidente de la Duma (douma) Karimankoff había sido nombrado embajador en Londres. Esa designación y el nombre se repitieron en varias notas con las dudas sobre qué pasaba entre él y Kerensky.
         También mereció atención el secuestro de la correspondencia del zar donde se reveló su relación con el Kaiser alemán con quien intercambiaba cartas para hundir a Inglaterra y uno firmaba Willy (Guillermo) el otro Nicky (Nicolás).
         El 11 salió un cable con el rótulo de “urgente”: “Estado de sitio en Petrogrado. Kerensky pide renuncia de (Lavr) Korniloff (Kornílof)”. Siguieron noticias sobre esa pelea interna (no hay datos que indiquen que él intentó un golpe de estado) y los avances de una situación anárquica y desordenada en todo el país. Alarma mayor cuando el 16 en primera plana se informó que los generales rusos de la guarnición en Finlandia que apoyaban a Korniloff fueron linchados, líder que luego se rindió
“En resumen, la situación de Rusia permanece oscura y no se vislumbra nada que pueda despejarla” informa un corresponsal desde Petrogrado. Mientras 40 mil mujeres “bien armadas y equipadas” se organizaban en milicias, (NR, roles de las mujeres que la historiografía futura no destacó como debiera). Kerensky se comprometió a seguir con los aliados y logró el apoyo de los consejos de soldados obreros campesinos.
         Un asunto que salía en varios despachos noticiosos era el relacionado a la convocatoria a la Asamblea Constituyente para el 12 de octubre (30 de septiembre) en medio de nuevos cambios de ministros y de jefes militares. El 19 fue asesinado el General Alexieff, mientras ciudadanos notables preparan la Constituyente y se proclamaba la “República de Rusia, independiente, bajo un régimen democrático y constitucional”.
         El gobierno garantizó la atención médica al zar que “padece enfermedad moral.”

LA REVOLUCIÓN

         La intensidad de cables disminuyó hasta el 9 de noviembre cuando se informó a través de cortos cables urgentes: “La Revolución rusa ha dominado. El Comité Revolucionario Maximalista (NR nombre con que se designa ese momento). La marina se une al movimiento. Ocupación de varias oficinas públicas. Kerensky fue despuesto. Kerenzky derrotado ayer (8 de noviembre).” Urgente: El Consejo de Obreros Soldados proclamó al nuevo gobierno y pide negociar la paz justa. La delegación de cosas (sic) está dispuesta a defender la capital (y apoyar a Kerensky) “a condición de que ponga fuera de la ley a los maximalistas”. (NR Los sucesos fueron en la noche del 6 de noviembre, fecha del calendario gregoriano).
         Continúan los titulares en los siguientes días: La censura no permite conocer los detalles. “Esta noticia- la captura de Kerensky-no se ha confirmado porque se guarda suma reserva en círculos oficiales”; se lo acusa de alta traición a la patria. No se sabe si Rusia seguirá o no en la guerra o si negociará por separado, hay versiones en ambos sentidos.
         Desmienten anteriores noticias, Kerensky logró fugar y se ordenó su captura por “cualquiera de las autoridades del país” y se juzgará severamente a quienes oculten información sobre él. Varios ministros y funcionarios son apresados por el delito de traición a la patria.
         “Petrogrado, 11, Hoy a la una de la madrugada se reunió la asamblea extraordinaria habiendo sido elegido presidente (Lev) Trotsky (NR por alguna razón no aparece su nombre). El gobierno declaró que debía procederse al arministicio con los beligerantes y abocarse al estudio para la solución de la crisis económica”. Trotsky, aparece en varios despachos del corresponsal, poco el de Lenin (NR que aparece como Lenine y tampoco con nombre propio) y no sale Yosef Stalin.
         Gabinete maximalista: Presidente Limore, Relaciones Exteriores Trotsky, Interior Rixkoff; Hacienda Suvortzff; Obras Públicas señora Kollonty. El Comité de Guerra y Marina lo conformarán Orsaiskoff, Trylenko y Bebenk.
         Ese mismo 11 “Moscú en poder de los revolucionarios” en forma pacífica. Korniloff huyó. El nuevo gobierno proclamó: 1, ofrecimiento inmediato de la paz democrática; 2, transferencia de las grandes propiedades territoriales a los campesinos de Rusia; 3, transmisión de toda autoridad a favor del soviet; 4, convocatoria honorífica a la Asamblea Constituyente.
         Los soldados revolucionarios debían vigilar a los oficiales y cualquier movimiento sospechoso.
            El 12 se informó que Kerensky habría vuelto a Petrogrado al mando de soldados traídos del frente de batalla, consejo de soldados obreros asume mandos en la flota en el mar Báltico, comunicaciones ferroviarias fueron cortadas entre Petrogrado y las ciudades del interior. La agencia Havas asegura que Kerensky triunfa y que ha derrotado a los “maximalistas”. “Los rebeldes se retiraron en medio del más completo desorden, en grupos diseminados y aterrados por la poderosa reacción que se ha dejado sentir”.
         Kerensky contó que el día 6 en la noche, cuando se produjo el movimiento revolucionario, él había fugado al cuartel general y que tenía más de 200 mil soldados con él. “Los maximalistas se consideran ya como derrotados puesto que han abandonado esta plaza (Petrogrado) y otras ciudades principales.”


         Los cosacos están combatiendo a los “boliavikystas” (NR nombre que aparece en vez de bolcheviques). Telegramas especiales para “El Diario” por diferentes vías, informan que los maximalistas retroceden, Korniloff triunfante en Moscú y Kerensky en Petrogrado. Declaraciones de Lenning (Lenin). Acusan a alemanes de intervenir en el conflicto ayudando a los revolucionarios para lograr la paz separada. “Se ha comprobado plenamente” las acciones de agentes secretos.
         A partir del día 16 las noticias se concentran en la “contra revolución en Rusia” y la fuga de los revolucionarios de varias plazas, en “completo desorden”. Los embajadores de la Entente sólo reconocen a Kerensky. Se anuncia “el exterminio completo de la Guardia Roja que era la que principalmente sostenía a los maximalistas”. “El populacho ha arrancado todas las proclamas que fueron colocadas en las paredes”.
         Londres, 16, la agencia Reuter ha trasmitido que sabe positivamente que Kerensky tiene el control absoluto de Petrogrado. Los maximalistas se sostienen en una pequeña parte de los alrededores.
         Aparece la palabra “leninistas”, acusados de “iniquidades” en Moscú. El 19 se asegura la detención de Lenine y que el Sóviet está dispuesto a retirarse. A la vez hay incendios en varias partes de Petrogrado y los cosacos “siembran terror en la región norte donde aún se mantienen algunos revolucionarios”. Se habla de guerra civil, con cadáveres en las calles que nadie recoge, de la falta de alimentos en las capitales, la destrucción del Palacio de Invierno y de acciones de la Guardia Blanca en Moscú, que luego será desarmada.
         El corresponsal de Reuter reiteraba que la revolución terminó con la huida de los rebeldes, “que sólo quieren garantías personales”.
         Sin embargo, también se informó que las noticias son contradictorias, la guerra internacional ocupa más interés y las noticias desde Rusia vuelven a ser escasas.
         Los cinco ministros maximalistas renunciaron porque los leninistas habían exigido un empréstito de quince millones de rublos que fue negado y por ello arrestaron al director del Banco.
         El asunto más urgente parecía ser qué pasará en el frente ruso y si Rusia firmará la paz por separado. Estados Unidos no reconocía las proposiciones pacifistas que haga el gobierno maximalista de Rusia “porque dicho gobierno no tiene personería alguna”. El 28 se anunció oficialmente que generales rusos pasaron al campo alemán para ajustar la firma de la paz. Kirlenko ordenó la inmediata cesación de hostilidades en el frente ruso. “Los alemanes han fijado el 2 de diciembre para el inicio oficial de las negociaciones de paz, a raíz de la declaratoria de armisticio.” Austria apoyaba, protestaron los jefes de las misiones militares de los países aliados. El 17 se anotó que “a las dos de la mañana ha entrado en vigencia el armisticio firmado entre Rusia y Alemania”.
Una fotografía muestra a la oficialidad de los cosacos, la “famosa caballería” que defendió a Kerensky. También se conoció de un movimiento monárquico que quería volver al régimen anterior.
         A fines de noviembre comenzaron las elecciones para la Asamblea Constituyente, que “se ocupará exclusivamente de las negociaciones de paz”. Seguía la confusión sobre quién gobernaba Rusia. El cónsul norteamericano informó que en Tilfis se había constituido el nuevo gobierno conservador. “Toda la guarnición de Petrogrado se ha unido a los maximalistas”. “Del cuartel general del ejército se comunica que se ha resuelto formar un gobierno representativo de todos los partidos”.
         El 1 de diciembre los maximalistas, socialistas y revolucionarios anunciaron  la organización del nuevo gobierno de la nación, con la base de un consejo del pueblo que “comprendía a cien delegados especiales de diferentes instituciones, debiéndose acordar entre todos las formas y manera de la organización de un gobierno democrático-representativo”.
         Sin embargo, a mediados de diciembre, con el recrudecimiento de la guerra civil, los maximalistas disolvieron esa Asamblea por considerar que había en ella elementos contrarios a la política pacifista del gobierno. La nueva Asamblea contaba 300 miembros, de los cuales 160 eran revolucionarios socialistas, y otros maximalistas, 13 cadetes y sin filiación.
         Al poco se anunció el arresto de Kerensky. En las elecciones para la Constituyente han triunfado los “bolsevikistas” (021217), pero aún hay declaraciones de un lado y de otro atribuyéndose la vocería del gobierno oficial. Los representantes maximalistas a la Asamblea Constituyente son Lenine y Trotsky y posiblemente Kollontay. De parte de los demócratas se comprende a Millouk y Rodicheff. Trotsky se encargaba de enviar cartas a embajadores y d buscar el reconocimiento al gobierno del Sóviet de Petrogrado. También será encargado posteriormente (20 de diciembre) de tratar la paz general.
         Se desató abiertamente la guerra civil y hubo informes de combates en las calles de Moscú y de otras ciudades, combates en Crimea, en Ucrania. Se cerraron los bancos y se confiscaron bienes a la Iglesia. Derrotaron a los maximalistas en Odessa. El traslado de la familia zarista preocupaba a la opinión mundial, se temía por sus vidas. No prosperó la posibilidad de salir a Alemania, donde podrían ser recibidos por el Kaiser, pariente de la zarina.
         “Pradva” informaba de los hechos en diferentes lugares. Combates, hambruna, confusión, destrucción de líneas ferroviarias y la progresiva desmovilización del ejército ruso son las noticias del último mes del año. (NR, es curioso que se nombre a Pravda, el periódico fundado por Trotsky en Viena pues estaba censurado desde las revueltas de julio y el órgano oficial bolchevique era Camino Obrero).
         En vísperas de la Navidad, Trotsky participaba sobre las negociaciones para la paz. Desde Petrogrado se adelantó que Lenine “ha sido intimado a abandonar la ciudad” y que habría sido capturado. Al finalizar el año, los “maximalistas denuncian que la revolución que sustentan bajo diferentes “ideales y pretextos tanto por parte de Lening como de Trotsky, no es más que una traición a la democracia de Rusia”.
         Por otra parte, los maximalistas y los socialistas revolucionarios convivieron en formar un gobierno de coalición, “adaptando para el caso las proposiciones de paz que señalen los maximalistas”. Estos pidieron a Alemania que asistieran los socialistas alemanes a las negociaciones para poder continuar. El 29 se publicó en primera plana las seis bases principales para la paz en Europa.
        
GOLPE EN BOLIVIA
         El miércoles 5 de diciembre de 1917, poco después de la posesión del gobierno de José Gutiérrez Guerra, grupos disidentes intentaron un golpe de estado contra el flamante gobierno.
         Se declaró el Estado de Sitio, aunque se dieron garantías para el normal funcionamiento del Congreso.
         Los periódicos, casi todos partidarios o afiliados directamente a alguna fracción, dedicaron sus páginas a las denuncias contra los sediciosos o a defenderlos, a difundir la lista de muertos, de heridos, de apresados, de exiliados. Acusaron al “célebre Bardina” un anarquista catalán de ser el autor de la propaganda sediciosa.
         La política local volvió a ser el tema más importante y la lectora de Sopocachi conoció menos sobre los sucesos de Rusia y entendió menos qué realmente significaba todo el poder para los sóviets y cómo influiría todo en su barrio y en su nación.