¿Acaso podemos quedarnos callados frente a los crímenes de los rusos contra la población ucraniana? No. América Latina tiene otros recursos además de las reuniones oficiales de sus gobernantes, varios militantes del socialismo caviar que se han convertido en aliados de Moscú.
Desde la
sociedad civil, con el impulso de un puñado de colombianos, está organizada la
campaña “#AguantaUcrania” a la que todos nos podemos adherir enviando un video
con palabras de aliento a ese pueblo invadido por un imperio. Ese pueblo que
resiste a nombre de toda la humanidad.
“Si
Ucrania pierde, perdemos todos” advierte Sergio Jaramillo, ex comisionado de
paz que logró sentar adversarios colombianos en una mesa de diálogo para firmar
un acuerdo después de décadas de violencia. Como la mayoría de sus paisanos
conoce lo que es vivir con la tensión de las bombas, los secuestros, las
desapariciones y el sufrimiento de víctimas que ni siquiera estaban
involucradas en las disputas.
Por ello
es tan importante que sea desde esa tierra que se levanta la voz de cientos de
latinoamericanos que no aspiran a representarse más que a sí mismos, pero que
quieren mostrar al mundo que están contra los crímenes de lesa humanidad que
cometen soldados y mercenarios rusos en un pequeño país invadido por un
imperio.
El premiado
escritor nicaragüense Sergio Ramírez se adhirió a la campaña recordando lo que
padeció su país cuando Estados Unidos lo invadió con filibusteros en el siglo
XIX y con tropas en más de una época a lo largo del siglo XX. Ramírez y su
colega y compatriota Gioconda Belli denuncian la muerte de civiles en
territorio ucraniano.
Jaramillo
es un conocedor del derecho internacional y ha demostrado en entrevistas a
medios europeos, como en la última semana en Radio Francia Internacional, que
las acciones que alienta Moscú contra Kiev violan las convenciones
internacionales.
Entre
los colombianos que enviaron videos para respaldar #AGUANTAUCRANIA están
escritores, cantantes, periodistas y también el prestigioso presidente de la
Comisión de la Verdad Francisco de Roux.
Por su
parte, el autor cubano Leonardo Padura levanta su voz desde su isla para
expresar su dolor por lo que sucede en Ucrania. “Es inadmisible” afirma. Igual
que otro cubano, el músico Paquito d’ Rivera, o la periodista mexicana Lydia
Cacho.
Desde La
Paz, Bolivia, como periodista, como historiadora, como militante de los
Derechos Humanos, pero sobre todo como mujer que ha parido hijos también me adhiero
a #AGUANTAUCRANIA: “Madres ucranianas, aunque la propaganda rusa inunde América
Latina, sabemos de su sufrimiento y de su coraje. Ustedes resisten por todos
los humanos que prefieren vivir en libertad. ¡Aguanta Ucrania”! Tu bandera con
los colores del cielo y del sol están en nuestro corazón.
América
Latina necesita tener voz propia. Es posible vencer así el pasado y abrir una
senda más amplia. El presidente Gabriel Boric es un ejemplo que es posible
lograrlo.
Las
autoridades bolivianas relacionadas con la diplomacia parecen ovejas, pero aún
están a tiempo de rectificar su falsa neutralidad para consolidar la postura
antimperial y contra toda invasión, como víctimas de esas agresiones de varios
vecinos.
En
cambio, el presidente Luis Ignacio da Silva merece todo el desprecio, tal como
lo muestra una portada del diario izquierdista francés “Liberation”:
“Decepción”. Brasil participó en la Triple Alianza contra un país diminuto como
Paraguay destrozando su horizonte. A través de mercenarios se apoderó del Acre
boliviano a inicios del siglo pasado. En los años 70 pretendió ser un
“subimperio” en la región. En cambio, en la etapa democrática fue una voz para
el diálogo, incluso en crisis bolivianas.
Ahora
Lula se pronuncia a favor de Rusia pidiendo a Ucrania que ceda Crimea,
intentando consolidar para los rusos los territorios arrancados al pequeño país
de Volodimir Zelensky. Ideas imperiales y guerreristas que no debemos dejar de
condenar; que el narco drama cotidiano no nos deje sin tiempo para denunciar
estos capítulos que parecen lejanos, pero que también comprometen nuestro
porvenir.