“Greta
musitó: y, ¿es demasiado tarde ya? ¿Nadie de los que se exiliaron gracias a ti
te puede sacar de aquí?
Sé que
mi amigo Evzen Klinger, que ya se había trasladado de Praga a Londres, quería
liberarme, sacarme de la cárcel, incluso arregló mi matrimonio con un
boliviano, porque Bolivia es un país neutral, pero…
Pero
qué, cuéntamelo.
¿Me
imaginas a mí en Bolivia?
Me reí a
carcajadas. Greta se asustó y me tapó la boca con la mano.”
Este
diálogo se habría producido en un campo de concentración para judíos y
políticos en Praga, en 1944, entre Milena Jesenska y “Greta”, según describe la
periodista historiadora checa Monika Zgustova este 2024 en “Soy Milena de
Praga”.
“Greta” es en realidad Margarete
Buber-Neumann, una de las principales biógrafas de Milena. Greta fue una
testigo extraordinaria de los campos de concentración, primero en la Unión
Soviética. donde murió su idealista marido y luego como prisionera de los
nazis. Vivió 88 años; murió tres días antes de la caída del Muro de Berlín.
Milena fue más famosa durante
décadas como una de las novias del escritor bohemio Franz Kafka; este 3 de
junio se conmemora el centenario de su fallecimiento en un centro de salud para
tuberculosos. Poco después murió su padre Hermann, tan importante en su obra,
anciano, y más tarde sus queridas hermanas en campos de concentración nazis.
El escritor marcó para siempre a
la literatura universal, particularmente a la latinoamericana. Sin él, ni
siquiera es posible imaginar el realismo mágico de Gabriel García Márquez. Fue
un pionero en unir la realidad con elementos fantásticos que le ayudaron a
describir el desgarro de su alma y, a la vez, el absurdo del mundo de
burócratas y jueces. El adjetivo “kakfiano” se utiliza desde entonces para
calificar lo que sucede en muchas sociedades.
“Las cartas a Milena” difundidas
por un amigo de ella que las había escondido de las SS la dieron a conocer al
mundo. Más tarde, sus biografías demostraron que la muchacha de Praga no era
solamente importante por ser “la amada de Franz”, sino por su labor política
comunista (luego renegó de ello al conocer la realidad soviética), su
libertaria vida y su compromiso con la resistencia al nazismo hasta morir en
una celda.
Milena y “Greta” son también
reivindicadas por su otra resistencia para mantener su dignidad femenina: el
cuidado del cabello, el detalle de una coquetería, el aseo en el detalle, aún
en lo más pequeño. La belleza podía estar en recortar una parte del traje
carcelario para darle una forma oculta más feliz.
Como otros perseguidos políticos
en la Europa de los años 40, Milena pudo salvarse aceptando venir a La Paz, del
brazo de un boliviano. Bolivia era el país más abierto, como demuestra con sus
profundas investigaciones en diferentes fuentes León Bieber, aunque aún falta
establecer realmente el rol de varios personajes, incluyendo Hugo Ernst Rivera,
dueño de la Cervecería Nacional y representante diplomático de Bolivia en
Berlín (descendiente de alemanes).
Ella prefirió quedarse porque si
todos partían, ¿quién haría la resistencia? Según Zgustova se río al escuchar sobre
ese país lejano, Bolivia. Así que Gerard Piqué no es el primero en asombrarse
que alguien escoja venir por estos lados, sólo que antes no había ese rasgarse
las vestiduras, como sucedió en el país hace un par de meses.
En cambio, lo que sí llegó a
Bolivia en diferentes etapas y con diferentes intensidades es el mundo kafkiano
-nunca como ahora bajo el régimen del socialismo impostor del Movimiento al
Socialismo (MAS)- pero nadie sale a las calles para protestar contra los fallos
judiciales.
Lo que
vivió “K” en “El Proceso” o en “El Castillo” es una migaja en comparación con
el caso Jacobo Ostreicher, quien llegó a Santa Cruz no escapando como judío
sino para invertir y fue víctima de una red de extorción relacionada con el
poder político y el poder judicial. Millones de dólares de pérdida para los
ingenuos y ganancias insólitas para los avasalladores y una huida de película.
O los
procesos a Jeanine Añez, pudriéndose en las cárceles, mientras el presunto
asesino de tres policías pide su libertad (ya varios de sus presuntos cómplices
están libres). Los chinos sentenciados por matar decenas de jaguares para
comerciar con sus colmillos ya gozan de sus negocios. Gabriela Zapata es casi
una heroína, una víctima. Muchos feminicidas condenados a 30 años de cárcel vuelven
a casa pagando a los clanes judiciales. La mayoría de los capos del
narcotráfico en medio siglo fueron (o son) policías o militares, que se
combaten y se protegen a sí mismos.
Kakfa
murió un mes antes de su cumpleaños 41 (3 de julio de 1883). En la mayoría de
las universidades, carreras de literatura, suplementos literarios, revistas
especializadas se lo recuerda este año con rediciones, publicaciones,
seminarios. En Bolivia, “Correo del Sur”, uno de los pocos medios con páginas
para la cultura, dedica artículos a Franz. Solamente existe una carrera de
literatura en todo el país, donde siempre se enseñó a leer al autor de “La
Metamorfosis”.
No me
atrevo a preguntar al presidente, al vicepresidente, a la cancillera, a la
ministra de cultura si alguna vez escucharon sobre él.