Vuelvo a referirme a un asunto local
porque una vez más encontramos patrones que siguen un modelo común- con
variantes de más o menos intensidad-, con la lejana referencia del estalinismo
soviético y con otras más cercanas, en el tiempo y en el espacio.
La democracia liberal está herida en
América Latina desde la irrupción del neopopulismo, sobre todo aquel bajo el
nombre común de un supuesto “socialismo siglo XXI”. Después de la caída de las
dictaduras en el Cono Sur y de los procesos de paz en Centroamérica hubo unos
instantes de ilusión: el continente podía ser plenamente democrático.
El neopolulismo deja las
instituciones republicanas quebradas; sin división de poderes; organismos de
control sofocados; envilecimiento de los valores morales; y la sistemática y
sutil persecución a opositores, periodistas y líderes indígenas.
En el ejemplo de la ciudad de La Paz
padeció muchos embates institucionales en los prolegómenos del populismo
(CONDEPA). Sin embargo, como el Ave Fénix, logró en una década revertir aquel
estropicio con gobiernos municipales ordenados, con gobernanza interna y con
planes para el desarrollo económico sustentable y el mejoramiento continuo de
su capital humano, desde el bebé al adulto mayor.
El Movimiento al Socialismo, mientras
fue aliado del MSM habló de “clonar” esa experiencia; después intentó doblegar
a los candidatos del MSM y de SOL.BO. Perdió en las urnas, una y otra vez.
Desde entonces aplicó todos los mecanismos posibles para ahogar las finanzas de
la ciudad; para entorpecer sus programas más populares; para cercar a sus
autoridades con procesos judiciales. Incluso con causas que datan de cuando el
alcalde era un niño.
Luis Revilla Herrero tuvo que
soportar la peor de las guerras sucias, la más intensa y sin tregua. Ningún
otro adversario del MAS padeció en ese grado. Absolutamente todas sus medidas
fueron obstaculizadas. Nunca sabremos cuánto hubiese avanzado la ciudad si
desde 2010 el MAS no la hubiese cercado con marchas, loteamientos, huelgas de
transportistas, destrozo de bienes públicos.
No dudaron en ampliar el ataque a su
familia y a su esposa, con intensidad desde el día que fue madre. Día a día,
“Cambio”, Canal 7 intentaron hundir la gestión de Revilla.
El blanco preferido fue el proyecto
de buses municipales. La absurda guerra contra los “Puma Kataris” alentada por el
MAS usando dirigentes vandálicos. Luego vino el asunto de la basura; las
acusaciones de asesores masistas infiltrados en el Consejo Municipal; decenas
de pretextos.
Fiscales y jueces elegidos por el
MAS condenaron a Revilla a detención domiciliara “sin derecho a hacer campaña”
(¿Dónde estará ese artículo en los códigos vigentes?).
El domingo 25 fue como un estallido
de la bronca vecinal por tantos excesos, Sin control de fichas, sin ser obligada,
la gente salió a defender al “Puma Katari” y, por extensión a Revilla, su
progenitor. Reventaban las redes sociales, las llamadas, las imágenes, los
datos. No sólo los directamente beneficiados sino toda la ciudad. Ganó la
acción ciudadana frente a la violencia. Lucho festejó la inauguración con un
mensaje sereno.
Salió mal el golpe contra Revilla.
Al contrario, consiguió que hasta sus críticos no acepten tanto abuso. ¿Qué
harán ahora las masistas encubiertas que ya soñaban con la silla edil? ¿Cómo
logrará la población paceña intentar superar tantos bloqueos?