Hace poco, valiente y precisa como
siempre, Maggie Talavera denunció la difusión de las sectas en la sociedad
cruceña que provocan adhesiones enceguecidas, voluntades consumidas, familias
desunidas y al mismo tiempo engullen dinero y poder.
El rol de las sectas es casi tan
antiguo como el de las religiones, como cofradías de iniciados, secretas, con
fuertes grados de dependencias y obediencias. Sectas que se transforman en
ambición política como sucedió con los masones en las revueltas
latinoamericanas del Siglo XIX o entre los nazis en pleno Siglo XX.
Agrupaciones que “pegan capucha” como las logias que manejan hilos
empresariales.
Sin embargo, en el caso del golpe de
estado en Turquía, del 15 de julio del 2016, la presencia clave de la
injerencia de la secta FETO, dirigida por el clérigo Fetullah Gülen planea
preguntas que difícilmente se pueden responder.
Actualmente no es posible conocer
detalles sobre FETO o sobre Güllen a través del Internet pues tanto Google como
Wikipedia han sacado información por pedidos oficiales. Por lo poco que se ha
investigado, FETO es una organización multinacional dedicada al espionaje y al
terrorismo con el objetivo de controlar los poderes cívicos.
No está claro qué quieren y para
qué, ni siquiera cuáles eran los objetivos del sangriento levantamiento militar
en Estambul que terminó con más de 200 muertos y 2000 heridos, además de miles
de despedidos. La asonada duró 22 horas porque la población, muchas mujeres y
jóvenes, salieron a defender al presidente Erdogan.
Gülen fue antiguo mentor del propio
Erdogan hasta que rompieron y él fue exiliado en Estados Unidos. También se lo acusó
de infiltrar el Poder Judicial en 2013. Sus militantes estarían entre
funcionarios, personal del Ministerio del Interior y oficiales. Un dato
contradictorio porque los militares turcos, desde Kemal Atatürk, son laicos.
Una sorpresa es la cantidad de
países donde está FETO, más de 100, también en América Latina, fundamentalmente
México y Argentina, a través de organizaciones educativas que tienen nombres
relacionados con la luz, con la búsqueda de la luz. Incluso se denunció que el
aviador venezolano que robó un helicóptero deslizó en su mensaje estas palabras
claves para reconocer a los adherentes de la hermandad.
El golpe sirvió a Erdogan para
afianzar su poder y este primer aniversario fue una multitudinaria muestra de
fuerza. A la vez aprovechó para despedir a funcionarios librepensantes, a
profesores, y para encarcelar a periodistas.
La pregunta fundamental sigue sin
respuesta: ¿qué país (es) quiere(n) desestabilizar a Turquía?