viernes, 31 de mayo de 2024

EXTRAÑO MI GALLETITA

 

            Recuerdo feliz una escena con la Madre Antonia en la antigua Clínica Alemana de la calle Fernando Guachalla en Sopocachi, La Paz. Los dolores de la cesárea se habían calmado con la felicidad de tener a mi guagüita en los brazos. Para la sed me mojaban los labios con mate de anís. ¡Pero yo moría de hambre! Entonces autorizaron mi primer alimento: tres galletas de agua de “La Francesa”.

            Soy una de las miles de paceñas que relaciona ese gusto con diferentes momentos felices. Aunque la industria molinera boliviana registró (por lo menos hasta 2006) grandes marcas, “La Francesa” tiene la ventaja de ser parte de la memoria colectiva. Eso sucede con los productos más carismáticos que crearon los industriales en el pasado siglo, una buena parte migrantes recibidos con los brazos abiertos.

            A la galleta de agua se une como pareja entrañable, el pan para las hot dogs tradicionales con salchicha Stege. El otro producto que cotizadísimo era el panetone, a pesar de la excelente competencia de fábricas menos antiguas. Detrás del nombre hay una historia que publicamos con José Alejandro, 40 años después de la escena con la Madre Antonia.

            “La Francesa” es una empresa que comenzó hace siete décadas y creció por el principio de reinvertir de forma permanente. Zain Yaffar Zatt, nacido en Kana el Yalil (Líbano) en 1889 desembarcó en Buenos Aires, pero por alguna razón prefirió subir al norte. Probablemente en 1917 ya estaba en Corocoro, igual que el padre de Juan Lechín que también venía del Líbano. Vivió en Charaña, se casó con Delicia Corrales; ahí nació Mario Alfredo Yaffar Corrales.

            A inicios de los cincuenta, la familia optó por trasladarse a La Paz. En la ciudad eligieron el producto “pan” para mantenerse; como todo emprendedor, por necesidad. Alquilaban hornos para producir sus primeras unidades. Ese horno de barro quedaba en la calle Estados Unidos de Miraflores.

            “La Francesa” fue fundada oficialmente en 1958, gracias a la visión de Mario que quiso superar la actividad artesanal. Decidieron comprar una maquinaria alemana, hornos automatizados. Ese fue un rasgo importante que mantuvo la empresa por varios años: reinversión y renovación permanente de equipo para mantener la calidad.

            Aunque eran momentos de inestabilidad económica la familia Yaffar decidió apostar por el desarrollo industrial paceño/boliviano. La máquina para las galletas de agua significó un gran salto para ganar el competitivo mercado hasta lograr elaborar más de 140 productos.

            “La Francesa” -nombre en homenaje a la nación que dio pasaporte de Zain- venció otros duros obstáculos: la hiperinflación en la década de los 80 y la competitividad exigida por el D.S. 21060. Como otras factorías afiliadas a la Cámara Nacional de Industrias (CNI) empleaba un porcentaje de personas con capacidades disminuidas; como otras empresas generaba empleo legal. Los hijos o nietos de los primeros obreros trabajaban en nuevos puestos. Pasaba los exámenes del uso racional de agua y energía. En el marco de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) apoyó acciones sociales y ambientales, con el personal y con el entorno. Atendía en varias ciudades el desayuno escolar.

            Pese a esas seis décadas de experiencia, “La Francesa” será otra de las industrias engullidas por el sistema creado desde 2006 por el Movimiento al Socialismo (MAS). Luis Arce Catacora quedará en la historia como el ministro de economía y como el presidente de la des-industrialización nacional.

            El MAS hace todo lo posible por acabar con lo legal. Arce alentó el pago del doble aguinaldo porque no era su dinero, obligando a decenas de establecimientos a descapitalizarse. ¿Qué industria con problemas internos va a esforzarse en conseguir préstamos bancarios si no hay dólares, no hay garantía jurídica, no se puede consolidar un plan de negocios ni siquiera en un trimestre?

            Además, siempre está la sombra del chantaje -como pasó con medios de comunicación- o las amenazas del sindicalismo impostor para apoderarse del esfuerzo ajeno. Álvaro García Linera podría contar esas historias. O la angurria, como la de la familia Morales Dávila, para apoderarse de la exitosa empresa de Marcos Iberkleid para después descuartizarla.

            Arce será recordado por haber permitido que el crónico drama del contrabando sea parte de la competencia desleal al producto boliviano, afectando las mejores producciones nacionales: alimentos, vinos, textiles, cigarrillos. Pregunté a un vendedor callejero si las nueces que ofrecía eran bolivianas (pues consumo las tarijeñas desde mis 17 años). Me respondió: “Sí, son del Desaguadero.” Fracaso absoluto de la Aduana.

            La ceguera y la torpeza del MAS para ayudar a los obreros legales se refleja en las declaraciones de la ministra de Trabajo Verónica Navia en una reunión internacional. Ante el asombro de sus pares por la cifra del 80 % de informalidad, afirmó: “la informalidad en Bolivia la genera la propia empresa privada que no registra sus contratos y relaciones laborales. Es la que nosotros estamos en la obligación de combatir y a la que volcamos toda nuestra labor”. No comment.

 

viernes, 24 de mayo de 2024

A PROPÓSITO DE FRANZ KAKFA Y MILENA

 


            “Greta musitó: y, ¿es demasiado tarde ya? ¿Nadie de los que se exiliaron gracias a ti te puede sacar de aquí?

            Sé que mi amigo Evzen Klinger, que ya se había trasladado de Praga a Londres, quería liberarme, sacarme de la cárcel, incluso arregló mi matrimonio con un boliviano, porque Bolivia es un país neutral, pero…

            Pero qué, cuéntamelo.

            ¿Me imaginas a mí en Bolivia?

            Me reí a carcajadas. Greta se asustó y me tapó la boca con la mano.”

            Este diálogo se habría producido en un campo de concentración para judíos y políticos en Praga, en 1944, entre Milena Jesenska y “Greta”, según describe la periodista historiadora checa Monika Zgustova este 2024 en “Soy Milena de Praga”.

“Greta” es en realidad Margarete Buber-Neumann, una de las principales biógrafas de Milena. Greta fue una testigo extraordinaria de los campos de concentración, primero en la Unión Soviética. donde murió su idealista marido y luego como prisionera de los nazis. Vivió 88 años; murió tres días antes de la caída del Muro de Berlín.

Milena fue más famosa durante décadas como una de las novias del escritor bohemio Franz Kafka; este 3 de junio se conmemora el centenario de su fallecimiento en un centro de salud para tuberculosos. Poco después murió su padre Hermann, tan importante en su obra, anciano, y más tarde sus queridas hermanas en campos de concentración nazis.

El escritor marcó para siempre a la literatura universal, particularmente a la latinoamericana. Sin él, ni siquiera es posible imaginar el realismo mágico de Gabriel García Márquez. Fue un pionero en unir la realidad con elementos fantásticos que le ayudaron a describir el desgarro de su alma y, a la vez, el absurdo del mundo de burócratas y jueces. El adjetivo “kakfiano” se utiliza desde entonces para calificar lo que sucede en muchas sociedades.

“Las cartas a Milena” difundidas por un amigo de ella que las había escondido de las SS la dieron a conocer al mundo. Más tarde, sus biografías demostraron que la muchacha de Praga no era solamente importante por ser “la amada de Franz”, sino por su labor política comunista (luego renegó de ello al conocer la realidad soviética), su libertaria vida y su compromiso con la resistencia al nazismo hasta morir en una celda.

Milena y “Greta” son también reivindicadas por su otra resistencia para mantener su dignidad femenina: el cuidado del cabello, el detalle de una coquetería, el aseo en el detalle, aún en lo más pequeño. La belleza podía estar en recortar una parte del traje carcelario para darle una forma oculta más feliz.

Como otros perseguidos políticos en la Europa de los años 40, Milena pudo salvarse aceptando venir a La Paz, del brazo de un boliviano. Bolivia era el país más abierto, como demuestra con sus profundas investigaciones en diferentes fuentes León Bieber, aunque aún falta establecer realmente el rol de varios personajes, incluyendo Hugo Ernst Rivera, dueño de la Cervecería Nacional y representante diplomático de Bolivia en Berlín (descendiente de alemanes).

Ella prefirió quedarse porque si todos partían, ¿quién haría la resistencia? Según Zgustova se río al escuchar sobre ese país lejano, Bolivia. Así que Gerard Piqué no es el primero en asombrarse que alguien escoja venir por estos lados, sólo que antes no había ese rasgarse las vestiduras, como sucedió en el país hace un par de meses.

En cambio, lo que sí llegó a Bolivia en diferentes etapas y con diferentes intensidades es el mundo kafkiano -nunca como ahora bajo el régimen del socialismo impostor del Movimiento al Socialismo (MAS)- pero nadie sale a las calles para protestar contra los fallos judiciales.

            Lo que vivió “K” en “El Proceso” o en “El Castillo” es una migaja en comparación con el caso Jacobo Ostreicher, quien llegó a Santa Cruz no escapando como judío sino para invertir y fue víctima de una red de extorción relacionada con el poder político y el poder judicial. Millones de dólares de pérdida para los ingenuos y ganancias insólitas para los avasalladores y una huida de película.

            O los procesos a Jeanine Añez, pudriéndose en las cárceles, mientras el presunto asesino de tres policías pide su libertad (ya varios de sus presuntos cómplices están libres). Los chinos sentenciados por matar decenas de jaguares para comerciar con sus colmillos ya gozan de sus negocios. Gabriela Zapata es casi una heroína, una víctima. Muchos feminicidas condenados a 30 años de cárcel vuelven a casa pagando a los clanes judiciales. La mayoría de los capos del narcotráfico en medio siglo fueron (o son) policías o militares, que se combaten y se protegen a sí mismos.

            Kakfa murió un mes antes de su cumpleaños 41 (3 de julio de 1883). En la mayoría de las universidades, carreras de literatura, suplementos literarios, revistas especializadas se lo recuerda este año con rediciones, publicaciones, seminarios. En Bolivia, “Correo del Sur”, uno de los pocos medios con páginas para la cultura, dedica artículos a Franz. Solamente existe una carrera de literatura en todo el país, donde siempre se enseñó a leer al autor de “La Metamorfosis”.

            No me atrevo a preguntar al presidente, al vicepresidente, a la cancillera, a la ministra de cultura si alguna vez escucharon sobre él.

 

 

 

viernes, 17 de mayo de 2024

¡QUÉ VIVAN LOS ESTUDIANTES!

 

            Los señores de la guerra en Tel Aviv jamás imaginaron que el rechazo mundial a sus bombardeos sobre Gaza tendría como estímulo esencial al más humano de los sentimientos humanos: la compasión. Los otros discursos son tangenciales. Por ello no sirve buscar causas políticas, religiosas o racistas para detener el estallido juvenil.

            Nunca como ahora, los estudiantes han demostrado por qué Violeta Parra los describía como el “jardín de nuestra alegría”. Cuando un muchacho californiano muestra las manos ensangrentadas antes de recibir su título -arriesgando su futuro profesional- un escolar de Jabalia siente que alguien entiende su dolor.

            “No se asustan de animal ni de policía; no les asustan las balas ni el ladrar de la jauría”. Aquella frase que describía las protestas latinoamericanas en los años 70 se puede trasladar fácilmente para poner como pie de foto a todas esas imágenes, de costa a costa.

Estudiantes de diferentes procedencias, de clase, de color, musulmanes, judíos, católicos, ateos unieron sus manos en un largo cordón para decir basta: “Palestina Libre, desde el mar hasta el río.”

            Escribía Violeta en Santiago y coreaba Mercedes en Buenos Aires: “Me gustan los estudiantes que marchan sobre las ruinas, con las banderas en alto va toda la estudiantina.

Son químicos y doctores, cirujanos y dentistas.” Este abril volvieron a flamear las banderas, muchos colores acompañando al negro-blanco-verde y rojo palestino. Aunque las autoridades prohibieron dar su discurso a la mejor alumna, por ser palestina, sus compañeros se encargaron de amplificar su voz. En este 2024 se suman a la protesta decenas de profesores, muchos de ellos descendientes de sobrevivientes del Holocausto.

            “Me gustan los estudiantes que rugen como los vientos cuando les meten al oído sotanas y regimientos”. A pesar de toda la propaganda para acusarlos de “antisemitismo”, de “agitadores externos”, ocuparon los campus en Columbia, en la UCLA, en Boston, en Minnesota. El ejemplo de los universitarios en Estados Unidos cundió en otros centros universitarios de Europa, que ya habían acompañado otras protestas contra Israel.

            El movimiento estudiantil pidiendo el alto de fuego en Gaza y la suspensión de las relaciones directas o indirectas con el estado de Israel provocaron reacciones, a veces violentas, para restarles valor. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los estudiantes eran conscientes que se exponían a la expulsión o a perder una plaza por un motivo mayor: la solidaridad con las familias palestinas que han enterrado más de 35 mil muertos, una tercera parte niños menores y adolescentes.

            La repercusión de la protesta fue un sacudón para otros sectores que guardan silencio. Como escribió Violeta: “me gustan los estudiantes que no hacen sordo mudo cuando se presenta el hecho.” A los pocos días, la representación palestina lograba un nuevo triunfo diplomático en Naciones Unidas en el camino al reconocimiento total como estado.

            En Bolivia, la decadencia del tejido social también se expresa en las universidades públicas. Las dirigencias estudiantiles están sumidas en la generalizada corrupción con representantes envejecidos y clientelares.

            Ni siquiera han recordado que justamente hace medio siglo, en abril de 1974, se consolidaba la resistencia a la dictadura de Hugo Banzer con la creación del Comité Interfacultativo. Los estudiantes, arriesgando seguridad y profesión, salieron a reclamar sus derechos y la autonomía.

            Fue uno de los movimientos rebeldes más hermosos que testificamos. Era pacífico. En el atrio de la UMSA, los chicos tocaban guitarra, las chicas vestidas con coloridas minifaldas prendían flores a los policías, quizá inspiradas en ese otro gran gesto de ese año: la Revolución de los claveles en Portugal.

            La rebelión juvenil motivó el golpe de estado de Gary Prado y otros militares institucionalistas en un intento de cambiar el destino del país. Poco después, Banzer endureció el régimen y sacó a los políticos civiles de su gabinete.

            Entonces, la protesta boliviana fue una inspiración para otros universitarios en la región, donde se asentaban una a una las dictaduras en Uruguay, Chile, Argentina. El Comité Interfacultativo resistió las embestidas hasta conseguir junto a los trabajadores la apertura democrática en 1982.

            Ojalá alguna federación universitaria recoja esa memoria y una a los bolivianos con los estudiantes del resto del mundo que piden paz para Palestina.

 

           

           

           

 

 

 

 

martes, 14 de mayo de 2024

LIBERTAD DE PRENSA ACRIBILLADA

 

1005 2024

 

¿Qué periodista hubiese imaginado al inicio del siglo XXI que la libertad de prensa sería la mayor víctima de los nuevos tiempos? Casi todas las constituciones de los países agrupados en el sistema mundial de naciones reconocen en alguno de sus artículos a la libertad de prensa. Sin embargo, este 2024, la libertad de informar ha sufrido retrocesos impensables en cuatro de los cinco continentes; Australia es el más respetuoso.

El caso extremo es el sufrimiento de los periodistas palestinos que intentan registrar el genocidio que sufre Gaza desde hace siete meses. Casi un centenar de reporteros han sido acribillados por los soldados israelíes mientras cumplían con su trabajo o en sus casas. La muerte ha llegado también a sus familias porque las bombas selectivas mataron a sus esposas, hijos, nietos, uno por uno.

La Unesco reconoció este sacrificio entregando el Premio Internacional de la Libertad de Prensa a todos los periodistas palestinos que trabajan en medio del asedio de Tel Aviv. Un periodista palestino ganó el primer premio de la World Press Photo retratando a una mujer abrazando el cadáver de su sobrina de cinco años, uno de los 15 mil infantes asesinados por Israel.

Los reconocimientos fueron recomendados por jurados internacionales a los cuales nadie puede señalar como “antisemitas”, el calificativo con el cual Benjamín Netanyahu intenta restar valor a las crecientes protestas mundiales contra el castigo colectivo a la población palestina.

El premio de la Unesco lleva el nombre de Guillermo Cano, el famoso periodista colombiano que murió en un atentado ordenado por el narcotraficante Pablo Escobar. Ahora es un estado el que ejerce el terror contra los reporteros que graban lo que se vive en Gaza. El mismo día en que se recordaba el Día Mundial de la Libertad de Prensa, soldados judíos ingresaron violentamente a las oficinas de la cadena de televisión Al Jazeera en el este de Jerusalén.

¿Podríamos los periodistas bolivianos silenciar el asesinato de un colega? ¿Es posible imaginar enterrar a 10 colegas en El Alto? Gaza tiene una población similar a la de Santa Cruz; ¿cómo podríamos soportar ver a redacciones completas de una radio, de un canal del periódico despedazadas por las bombas? La deshumanización de los militares ha llegado al extremo de abrir las mortajas y vejar los cadáveres, aparentemente sacando órganos.

Pese a los datos, a diferencia de otros países, la asociación de periodistas de Bolivia mantiene un silencio indiferente. Tampoco hay pronunciamientos o plantones u otras acciones desde los sindicatos de trabajadores de la prensa para expresar la solidaridad con la prensa palestina. Tampoco encuentro esa preocupación entre los colegas que tienen acceso a la comunicación masiva.

 

 

LA VICTORIA DEL LIBRERO SOBRE EL BEODO

 

0205 2024


            La vida nos da esos regalos. Un padre que no gastaba su salario en latitas de cerveza sino en libros mensuales para cada uno de sus diez hijos, ayudándolos a viajar por el mundo aferrados a los personajes reales o ficticios, desde Alejandro el Grande hasta la Maga de Rayuela. Los libreros de La Paz lo conocían y aconsejaban.

            ¡Qué privilegio estudiar en Bogotá donde los compañeros leían las Mil y Una Noches en una semana! Pasaban las horas disfrutando un café -un tintico- con arepas mientras aparecían las Scherezades y los Aladinos. Los 40 ladrones de esas páginas eran en esas épocas inventos de cuentacuentos. Había que madrugar para hacer la cola y poder conseguir un ejemplar de la revista literaria “Número”, en blanco y negro y sin publicidad. Las obras de los mejores autores se terminaban en pocos días; a veces en pocas horas.

            ¡Qué hermoso contemplar los ríos de gente alborotando las calles de Barcelona con libros y rosas! El municipio cerró un espacio callejero equivalente a 20 estadios para que las familias recorriesen tranquilas las decenas de carpas con miles de libros. Cada año otro récord: 25,4 millones de euros por los dos millones de libros vendidos este 23 de abril de 2024. Los libreros están satisfechos; salieron ejemplares de autores españoles, de escritores clásicos, de literatura infantil, de historia, de filosofía, biografías, ciencia ficción, romances.

            Más de la tercera parte de esos textos eran de literatura infantil y juvenil. Hay jóvenes que no gastan su dinero en cervecitas baratas sino en la lectura de obras de ficción y de no ficción. Jóvenes que mañana podrán ser más libres porque serán más cultos y universales. Niños que pueden soñar con bosques encantados y animales que les dan paz y no sufrir como otros chicos que escuchan a sus padres borrachos.

            En el caso de Cataluña, la celebración mundial en honor a William Shakespeare y Miguel de Cervantes coincide con el recordatorio de la leyenda identitaria de Sant Jordi que salva a la princesa del dragón. Una rosa roja recuerda el mito. Las floristas, entre floristerías formales y gitanas callejeras, despacharon más de 7 millones de flores perfumadas.          La mayoría de ellas son cultivadas en Colombia, con lo que también ganan campesinos y empresarios sudamericanos.

            Se vendieron más de 70 mil títulos distintos. Aunque hacía frío, los muchachos -entre amigos o con amores- formaban una multitud compacta desde Plaza Cataluña y por todo el Paseo de Gracia. Millones de selfies debajo de los balcones de Gaudi, desde donde llovían pétalos purpurados. En las librerías del centro y de los barrios, frente a los colegios y en los estantes improvisados la muchedumbre alegre compartía un libro.

            Porque el libro ha ganado la batalla. Si en algún momento se pensó que las nuevas tecnologías lo arrinconarían, ahora está claro que no hay placer más perfecto que pasar una hoja tras otras mientras se desliza la romanza. La pandemia trajo las reuniones virtuales y las citas amorosas a través de una pantalla, pero no pudo reemplazar las ventas de obras impresas y el olor único de la tinta en sus portadas.

            Un caso fantástico, que ya comenté hace cuatro años, es el ensayo de aventuras “El infinito en un junco: la invención de los libros en el mundo antiguo” de la filóloga de Zaragoza Irene Vallejo (1979), que ya superó el millón de ejemplares vendidos y está traducido en más de 40 idiomas. Gracias a mi amiga Gabriela llegamos al stand donde firmaba libros, igual que hacían otros 200 escritores famosos. Sencilla como toda sabia se comprometió visitar a Bolivia, donde en otra ocasión no pudo coincidir en su agenda por la falta de conexiones aéreas.

            Los jóvenes en todo el mundo leen estos grandes tomos. También los bolivianos. Quizá la ministra de culturas podría decirle a su jilacata que, en las ferias del libro de La Paz, Santa Cruz y Cochabamba, los que más compran son los menores de 30 años. Gracias a ellos siguen las librerías abiertas.

Quizá un periodista mañanero podría preguntar a las autoridades cuáles son los últimos 10 libros que leyeron. ¿Tendrán algún ejemplar a su lado? ¿Cuántas bibliotecas se han inaugurado del 2006 al 2024? ¿Cuáles son sus autores bolivianos preferidos? ¿Leen historia nacional? ¿Sus hijos gastan sus mesadas en cervecitas o de vez en cuando también en un librito?

 

 

 

 

 

 

MALAS AMISTADES

 

23042024

            El largo régimen del Movimiento al Socialismo (MAS) eligió mal sus amistades. Las consecuencias negativas no sólo afectan al (No) Estado Plurinacional de Bolivia, sino al futuro de los habitantes de este territorio. No se trata de simples anécdotas o falsificaciones históricas como se endilga a otros gobiernos chapuceros en relaciones externas (vr.gr. Mariano Melgarejo). En este periodo 2006-2024, el desgaste se evidencia con los discursos, las votaciones y las obediencias a otros poderosos.

            Evo Morales Ayma, tan orgulloso, incluso soberbio, frente a otros actores como los indígenas del TIPNIS, aceptó cabeza gacha que lo luzcan como “el indio del sur”, el trofeo del Socialismo Siglo XXI. La prensa registraba las palabras, los abrazos paternalistas y la forma en la cual Hugo Chávez humillaba al mandatario boliviano. Caracas mantuvo en todos estos años esa actitud de mandar a los que considera sus súbditos. El rol de sus embajadores, de los empresarios chavistas, de las imposiciones en programas sociales, se convirtieron en un reflejo perverso.

            Fidel Castro era amigo de Morales y Evo lo admiraba. Eso se tradujo en una presencia de los diplomáticos cubanos en la toma de decisiones que deberían ser soberanas de un estado. Sobre todo, en la primera etapa, los cubanos mandaban en la estructura del canal estatal o en las avanzadas de seguridad donde Morales llegaría. Jamás “el indio del sur” reclamó el nivel de intromisión del poder bolivariano.

            Injerencia que se deberá investigar en su momento porque implicó la presencia de tropas, de espías, de redes siniestras. La indagación de los sucesos de 2009 en el Hotel Las Américas es sólo una primera página.

            Luis Arce Catacora, David Choquehuanca y los ministros de relaciones exteriores, además de las representaciones en organismos internacionales, obedecen lo que instruyen los países del ALBA. En algunos casos muy dramáticos como durante la guerra interna en Siria.

            Arce copió las compras de su amigo peronista Alberto Fernández de la vacuna rusa contra el Covid 19, a pesar de que el gobierno de Jeanine Añez ya tenía gestionada la donación europea gratuita de inyectables validados. La historia de las Sputnik fue un dolor de cabeza para muchos y ahora también para el propio gobierno, con sus cuentas impagas.

            La obediencia a las líneas de Moscú ha llevado al Estado Plurinacional a respaldar la invasión a Ucrania que afecta fuertemente la economía nacional. Las repetidas explicaciones del abogado Rogelio Mayta para intentar justificar las votaciones bolivianas eran tan insostenibles que rozaban el ridículo.

            La amistad con la Rusia de Vladimir Putin no ha traído beneficios para el pueblo boliviano y contradice el ideal de los países no alineados. Se convierte en altamente peligrosa cuando además se habla de asuntos geopolíticos, bélicos, nucleares.

            Aún más grave es la presencia iraní en Bolivia que toca áreas altamente sensibles. Irán inventó un canal masivo de comunicación para su amigo Evo. Abya Yala no es boliviano. El límite de la libertad de expresión es la soberanía de una nación. Jamás una potencia extranjera financió un medio de masas en la historia de Bolivia.

            En el hospital iraní primaba una vestimenta extraña a los “usos y costumbres” del pueblo aimara. El actual régimen iraní representa lo contrario de la tradición libertaria boliviana, empezando por los cabellos sueltos frente al velo impuesto como mordaza. La Asamblea Legislativa no ha investigado realmente qué hace esa delegación diplomática, cuántos funcionarios tiene, donde se mueven, por qué, cuáles son sus hojas de vida.

            Estas amistades rompen el centenario comportamiento boliviano de no agresión a los países vecinos. A pesar de las guerras que enfrentó la república desde hace dos siglos, Bolivia fue una nación pacifista y en su momento vanguardia en las votaciones antiimperialistas y anticolonialistas en Naciones Unidas.

            Los partidos y coaliciones de oposición deberían expresar claramente su postura frente a la invasión a Ucrania, respaldar la desigual lucha de ese país que entrega vidas para defender la libertad en el mundo. ¿Por qué tanto silencio?

            Hasta el papa Francisco, a veces tan peronista, se equivoca pidiendo a Kiev la rendición. Rusia ha conseguido poner sus fichas en América Latina, aunque el tablero ya no sea tan firme. Bolivia está a tiempo de buscar sus propias posturas según convengan al país y no a un grupo de amigos que se contentan con viajes, brindis y abracitos.