DESDE
LA TIERRA
DEMOCRACIA,
CUÁNTOS CRÍMENES SE COMETEN EN TU NOMBRE
LUPE
CAJÍAS
El asalto a los edificios de los
principales poderes públicos en Brasilia revela la profunda crisis del sistema
democrático en el mundo, principalmente en el continente. Bandas entreveradas
de militantes y delincuentes comunes destrozaron fachadas, ventanales y
mobiliario en protesta por los resultados de las elecciones pasadas.
Los comicios se organizaron con
sistemas modernos y oportunos que permitieron canalizar millones de votos y difundir
rápidamente las cifras, tanto en la primera como en la segunda vuelta. No
existe ningún informe internacional que cuestione la transparencia del tribunal
electoral. Ganó la oposición representada por el Partido de los Trabajadores.
En Brasil aún se mantienen
independientes las instituciones. El Poder Judicial juzgó, condenó y luego
liberó al expresidente Luis Ignacio da Silva, a pesar de ser el principal
adversario del entonces presidente Jair Bolsonaro.
Sin embargo, el mandatario saliente
se negó a entregar el mando como manda el protocolo y sus partidarios
intentaron crear un clima de incertidumbre. En el discurso hablaban en nombre
de la democracia, en la práctica buscaron ahogarla.
Hace solo dos años, otros fanáticos
asaltaron el Capitolio en Estados Unidos para impedir la transición
constitucional pacífica. Si ya era difícil entender cómo fue elegido Donald
Trump en el país con las mejores universidades del mundo y con una longeva
democracia, fue inaudito contemplar cómo este “príncipe idiota” consiguió
movilizar a las turbas con base en mentiras y “a nombre de la libertad y de la
democracia”.
En Bolivia, los grupos que se
negaron a aceptar su derrota en el referendo de 2016 y la segunda vuelta en las
elecciones de 2019 incendiaron tribunales electorales y convocaron a una guerra
civil.
Curiosamente manejan un discurso de
“golpe” y se auto presentan como defensores de la democracia. ¿Cómo pueden ser
demócratas las mismas personas que engullen el Poder Judicial y anulan la
independencia del árbitro electoral? ¿Cómo pueden ser demócratas los que
persiguen y encarcelan a ciudadanos por sus opiniones políticas?
El 2014, escribí una nota con la
certeza de que jamás Evo Morales entregaría el mando de la nación a su sucesor
constitucional. ¿O alguien lo imagina estrechando la mano de Jorge Quiroga,
Jaime Paz, Carlos Mesa, como era usual entre 1982 a 2006?
La piedra angular de la democracia
es la libertad de expresión y de prensa. El Movimiento al Socialismo (MAS), en
todas sus versiones y desde el poder o desde el llano, no soporta ese derecho
constitucional.
El MAS es aliado de chinos y de
colombianos para saquear el oro, la flora, la fauna y recursos naturales del
país. Existen muchas denuncias y versiones sobre la presencia de cubanos y
venezolanos en los espacios de espionaje y represión del gobierno. Ahora
también hay testimonios del asesoramiento de patoteros argentinos para atacar a
periodistas bolivianos. Los Kirschner usaron barras bravas delincuenciales para
hostigar a la prensa. En 1980, la Triple A argentina torturó a los presos en el
Estado Mayor de Miraflores y organizó a los Novios de la Muerte. Y hablan de
democracia…
Un tal Pascual Mamani Marca amenaza
quemar o linchar a periodistas y goza de impunidad. Las neobarzolas arremeten
contra camarógrafos y reporteros de medios no estatales o paraestatales.
Los uniformados están entrenados
para proteger a los grupos de choque y no para resguardar a los ciudadanos.
Durante el 2022 agredieron de forma directa y planificada a periodistas en el
ejercicio de su profesión. No necesitan orden escrita para actuar así.
La situación de la libertad de
prensa en Bolivia pasó del naranja al rojo en los veredictos de organizaciones
que siguen ese indicador del estado de la democracia en cada país. Aunque en
Bolivia no hay una ley mordaza ni asesinatos de periodistas, el accionar y la
permisividad del gobierno central y de otras instancias estatales coloca al
ejercicio del periodismo en su máximo peligro desde las dictaduras militares.
Aparece en el horizonte el nubarrón
oscuro: a nombre de la democracia se alienta “debatir el rol de los medios”.
Quizá sea el aviso para iniciar otro acto de la persecución al que piensa
distinto: apresar a periodistas, cerrar medios y continuar con el uso de
testaferros de cuello blanco para comprar canales y hundir radioemisoras.