En los últimos festejos del
aniversario cívico cruceño, el alcalde Percy Fernández aparecía en la prensa
local con un cigarrillo a medio consumir en su mano. ¿Puede una autoridad fumar
en un recinto público, de acuerdo a la normativa vigente en Bolivia? Hace
muchos años que la frase tanguera “fumando espero” o “fumar es un placer” ya no
se aplica en diferentes espacios en este país y en todo el mundo.
Pensé que era un error y que se
habría aclarado en los niveles correspondientes o quizá a través de una llamada
de atención. Sin embargo, en medio de la bochornosa sesión de insultos contra
los gremiales, vi otra vez una imagen del mismo alcalde con la misma mano
fumando un pucho.
Mientras la ministra Ariana Campero
Nava recibe loas de los militantes del Movimiento al Socialismo, MAS, no se
percata que la actual normativa contra el consumo de tabaco no se cumple en el
Estado Plurinacional. Campero es tan pasiva en este tema como en los otros.
Los intentos para regular el consumo
de cigarrillos y su publicidad llevan décadas y en Bolivia desde los años
ochenta se emitieron leyes y decretos específicos. En 2005, el país adhirió al
Convenio Marco para el Control del Tabaco, firmándolo en 2004 y luego con la Ley
3029 de 22 de abril de 2005.
Dos años más tarde, el Presidente Evo
Morales firmó el DS 29376 para reglamentarla. Ahí se señala que: “el fumar y el
humo de los productos del tabaco son una grave amenaza para la salud de los
individuos no fumadores expuestos a este humo (…). “Se prohíbe fumar en dependencias
de toda Institución pública”.
En mayo del año pasado, la responsable
departamental en Santa Cruz en aplicar las campañas antitabaco, Iracema
Justiniano, se lamentaba del poco cumplimiento de la norma y que las
instituciones públicas y privadas no colocan el cartel de “prohibido fumar”. A
nivel local, debería ser el Gobierno municipal el principal responsable, pero
qué sucede si su principal autoridad fuma y fuma.
Entre las sanciones se establece que
“en caso de servidores públicos, las infracciones al presente Reglamento
implicarán responsabilidad administrativa, de acuerdo a la Ley N° 1178 de 20 de
julio de 1990, de Administración y Control Gubernamentales”. En 2009, cuando se
difundía este Reglamento, el entonces Ministro de Salud, Ramiro Tapia, declaró
que se podría considerar la exoneración de su cargo a los infractores.
Un famoso fumador, con las fotos más
icónicas de su carrera política unido a un puro, Fidel Castro, se abstuvo de
fumar en público- aparentemente también en privado- para unirse a la campaña
mundial; un gesto noble porque Cuba exporta los mejores puros- habanos- del
mundo.
En el otro extremo, Barak Obama,
anunció antes de asumir la Presidencia de Estados Unidos que dejaba el
cigarrillo para cumplir con el compromiso de su país con la Organización
Mundial de la Salud.
En Bolivia, ni el presidente ni el
vicepresidente cumplen la constitución que juraron respetar, ni el alcalde de
la mayor ciudad da ejemplo para un tema de salud pública y cada vez menos
ciudadanos cumplen las reglas de convivencia.