viernes, 26 de mayo de 2017

LA NOCHE QUE TODOS QUEREMOS


    El abrazo fraterno, la sonrisa cómplice, el aplauso compartido y las palabras con fuerza de palabras amables, mientras ríos de gente sin prisa y con pausas en cada local desbordaban las calzadas para alcanzar lo más posible del programa de quinientas ofertas culturales en una larguísima noche otoñal.
            Año a año se repite el ritual que deja de lado el paro de transportistas, los discursos estridentes, las confrontaciones en el kilómetro cero, para mostrar que la ternura de los bolivianos, aquella que tanto amaba el libertario Líber Forti, goza de muy buena salud; sólo se esconde para que los malignos no terminen de ahogarla.
            Hablaba con los organizadores, con artistas y espectadores intentando encontrar las razones profundas que provocan el torrente de humanidad de la tradicional Larga Noche de Museos que empieza a las tres de la tarde y que este año saltó a Viacha y Mallasa y repitió el éxito en El Alto. Si se compara cuántas personas salen del Estadio completo, fácilmente se puede calcular que unos 250 mil peatones, o sea cinco estadios, caminaron esa jornada.
            En otro lugar destacamos las ofertas artísticas, acá rescatamos la esperanza de ser mejores a través del conocimiento y de la belleza. Los grupos se desplazaban entreverados, familias que incluían niños y abuelos; jóvenes antes de irse a la disco; abrigos, mantas, mantillas, chamarras y sacones, zapatos de todos los modelos y tamaños. Esa es la verdadera inclusión social. La unión nacional donde los militares son tan hospitalarios como los gestores culturales y los museos estatales completan el programa de los espacios municipales.
            Mientras hacía la cola para la exposición de un fotógrafo escuchaba a la niña que había llegado desde Munaypata comentando la obra que simulaba espacios vacíos y su padre la escuchaba respetuoso. Las calles se abrían y también las casas porque todos quieren compartir y las señoras de la Ecuador salieron a vender linaza caliente y unos chicos de Camargo ofrecían vino con chocolate. Más allá las anticucheras, la vendedora de algodón de dulce, los ecologistas con sus productos naturales y la señorita de amplia falda tarijeña con sus jugos de frutas. Una pareja llegó de Coroico para brindar con café mientras las bellas chicas zapateaban flamenco.
            Especial mención para las embajadas argentina, uruguaya, italiana, española y la simpática iniciativa brasileña para que todos gocen los jardines de la más bella residencia de la Arce. Hasta los guardias se volvieron guías ante la demanda de la multitud.
            Lo mejor de las utopías es que existen.

            

viernes, 19 de mayo de 2017

DECADENTE TELEVISIÓN BOLIVIANA


            ¿Cómo reaccionarían los conductores del programa televisivo “El Mañanero” si las enfermeras del Hospital de Clínicas, en el Día del Periodista, hubiesen pegado imágenes de un gigoló apenas cubierto con un taparrabos, gordilflón y calvo, como personaje representativo del gremio?
            Probablemente, por ahora, esa sería una acción imposible. En cambio es real que ocurra lo contrario. El viernes 12 de mayo, en horario familiar, la revista matutina de Red Uno “festejo” el Día de la Enfermera de una forma por demás insólita, a la que presentaron como original y divertida.
            Una muchacha vestida con sostén, calzón y medias sexis tomaba el pulso a los hombres del estudio con la consiguiente taquicardia. Poco después llegó la camilla para que el “paciente” se eche y la hot conejita lo examine al borde del infarto.
            He presentado copias de estas escenas a auditorios de periodistas y de conductores de televisión para conocer si eran de su agrado; si les parecía representativa de la televisión boliviana, de la tendencia en los canales que tienen sus gerencias en Santa Cruz, si era imaginable hace 10 años. Quería saber si alguno gustaría de ver así a su esposa, a su hermana.
            Es una de las muestras de los muchos casos que cualquiera puede recopilar en pocos días para comprobar que la libertad de expresión en Bolivia ha desbordado los límites de la normativa vigente, de los códigos de ética y de los manuales de redacción que aparecen anticuados por el desuso.
            En el caso de este reportaje patrocinado por Carlos Marquina, es posible también rastrear las reacciones de los internautas, divididos entre los que gozaron con la chica (“a mí también se me paró”, “yo quiero una enfermera así”) hasta los que expresaron su indignación culpando a los medios por llegar a estos extremos para conseguir rating.
            Una revisión del material muestra indicios de delitos porque no se respetan los artículos correspondientes al honor de las personas y de los colectivos, previstos en las convenciones internacionales desde 1948, la Ley de Imprenta de 1925, la CPE de 2009, las normas contra la violencia (directa o simbólica) contra la mujer, contra el racismo y la discriminación; los códigos de protección a los menores. La Asociación de Enfermeras puede iniciar un proceso por la vía penal pues las afectadas son ciudadanas.

            En el tema ético, se refuerza la idea de la mujer objeto, amplificando los chistes obscenos y la pornografía; se burla su trabajo sacrificado. Sirve de anillo al dedo para quienes aseguran que los medios son incapaces de autoregularse.

viernes, 12 de mayo de 2017

¿RACICOT O LA OACNUDH?

¿RACICOT O LA OACNUDH?

            ¿Qué información tendría la opinión pública internacional sobre la violencia estatal contra los indígenas en la marcha de 2011 para defender sus derechos en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure? Si los futuros historiadores se basarían exclusivamente en el informe de Denis Racitot encontrarían que todo fue un incidente descrito en un par de párrafos.
            ¿Y sobre la lucha de los discapacitados? Es más útil ver el documental “The Fight” preparado por periodistas que leer el informe que envía anualmente la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas en Bolivia (OACNUDH).
            En cambio, las pasadas elecciones judiciales merecieron los aplausos del representante que las citó como ejemplo regional, alabando inclusive la forma de selección y las entrevistas a los candidatos.
La OACNUDH no cumplió con los objetivos que presenta su portal. Cuando se iba a abrir esa oficina explicaron la importancia de tener una referencia cercana pues el cambio de gobierno en Bolivia hacía temer que sucedan crisis internas. Se habló de los ataques que podrían afectar la estabilidad del régimen; por el otro lado el temor de que se siga el ejemplo de otros regímenes populistas contra los derechos civiles.
            En esos años, también llegaron misiones especiales internacionales, como la Fundación Cano, para estar alertas sobre atentados contra los derechos humanos, el derecho a la libertad de expresión. Ahora parlamentarios europeos denunciaron el creciente autoritarismo que enfrentan los bolivianos.
            Cuando llegó Racicot se suponía por sus antecedentes que el Alto Comisionado denunciaría al mundo las violaciones de los derechos de los indígenas, que defendería el rol de las Organizaciones No Gubernamentales, ¡que defendería la libertad de expresión! En cambio, se ocupó de endulcorar sus informes con temas no politizados como los feminicidios o el SIDA. En sus documentos y boletines de prensa se suele privilegiar los “avances” de los DDHH y del estado de derecho en Bolivia (sic).
Aunque al parecer existe un informe que no se ha difundido todavía, así como se conoce el descontento de sus propios empleados nacionales por tanto desatino.
            Próximo a jubilarse, fue un aliado del gobierno, del MAS. Por ello no sorprenden las declaraciones de parlamentarios oficialistas aplaudiendo su trabajo. Incluso se dice que quisiera quedarse pero ya no puede y tampoco es seguro que su sucesor sea tan dócil.
            Es curioso que la Cancillería reemplace una decisión que debería ser del Legislativo que aprueba, rechaza o suspende la presencia de estas agencias en el país, justo cuando más se la necesitaría. Ahí se debe debatir el tema.