viernes, 16 de mayo de 2025

CAFÉ CON PAN, QUESO Y PALTA

 


            El pantano provocado por el (No) Estado Plurinacional no consigue engullir a los bolivianos porque existe una resistencia silenciosa. Es un tejido social aún resiliente que cubre todo el territorio nacional, pero que en La Paz adquiere una particularidad grandeza porque el combate es aún más intenso, a veces dramático.

            Bloqueos cotidianos y permanentes, dinamitazos trimestrales, impuestos concentrados en unos pocos, controles sanitarios discrecionales, falta de divisas, falta de carburantes y de gas licuado, aumento diario de los insumos son las vallas para vencer.

            Sin embargo, cuando la gente despierta, el dinosaurio todavía está ahí. Un dinosaurio más simpático del imaginado por Augusto Monterroso porque representa a esas personas que están dispuestas a superar los obstáculos.

            Son esos pequeños, medianos y grandes empresarios que hacen malabarismos para conseguir harina, sal, manteca, combustible; que trabajan de noche para que al amanecer la tiendita de barrio tenga la canasta lista con marraqueta fresca, sarnita o chamillo. Los paceños gozaron siempre de panecillos fantásticos; quizá porque la altura influye en la cocción. El pan de Laja es legendario. Un griego nacido en la misma isla de Homero trajo la marraqueta. Una familia italiana le dio apellido con esa costra tostada que la hace única.

            En la época del modelo de libre mercado aumentaron las ofertas y variedades. Hay pan alemán, pan francés, pan árabe, pan pita, pan negro, pan con linaza, pan con semillas, panes redondos, panes largos, panes cortos. Empresas emblemáticas como San Gabriel brindan su producto en el desayuno escolar para escuelas urbanas y rurales.

            Los fabricantes de quesos unen tradiciones con novedades. Los quesos de la provincia Ingavi fueron siempre notables y Tiahuanacu es el pionero. Collana en la provincia Aroma es famosa marca de queso blanco para el pan, para el plato paceño, para combinarlo con leche condensada o con mermelada de frutillas. Los viajeros se detienen en El Tholar sólo para disfrutarlo.

            En los años noventa, cuando el estado alentaba la inversión privada, aparecieron los quesos sofisticados, de inspiración francesa, danesa, holandesa, belga. Cooperantes que eligieron quedarse en el país juntaron sus recetas con las habilidades locales. Pronto sobresalió Flor de Leche con su fábrica en Achocalla. La caja con los quesos madurados, Achocalla, Brie, Tilsit es un preciado regalo navideño. Ofrece un circuito de degustación en su local campestre.

            El producto que ha evolucionado como un gigante es el café yungueño. Fue el lugar privilegiado para los granos traídos en legendarias travesías desde Etiopía, Europa hasta América en el siglo 18. Por muchos años fue una bebida caliente artesanal, a veces tosca, aunque siempre acertada para combatir el frío. Café con pan en Unduavi era la posta indispensable para quien ingresaba desde el páramo a la selva.

            Son varios los nombres de los que abrieron el paso al café industrial en el siglo XX como Royal, Copacabana, el moka introducido por un italiano. Los cultivos enfrentaban constantemente plagas como la roya.

            Una vez más, fue el ambiente económico favorable a la inversión y al trabajo legal el que auspició en las últimas décadas del siglo XX la transición de ese café rural a un café de altísima calidad. También incluyeron programas de erradicación de la coca ilegal, sobre todo en Caranavi, donde llegaron expertos colombianos. De las decenas de inscritos, pocos continuaron, pero el resultado es espectacular.

            No solamente en la ciudad se consume café de primera sino en pueblos como Coroico donde la cafetería MyM, de Marcos y Maritza brinda diversas formas de consumir café con inspiración italiana. El café de Madini es servido en Alexander Coffe. El café de Yanacachi está destinado casi en su totalidad para la exportación. Los jóvenes que inventaron la franquicia de Typica se hicieron famosos primero con su variedad para preparar la bebida, igual que los dueños de Bronce y de decenas de locales en Sopocachi, en el casco antiguo, en la Sagárnaga. Tomar café es un saber, una pertenencia.

            Cerca de las universidades hay puestos que sirven café con pan con palta. Otro acierto. Hay buena palta en Santa Cruz y en Sucre, pero la palta yungueña es la preferida. También compite la peruana. La palta, el aguacate, se ha convertido en un producto de lujo en el mundo, tanto que su producción masiva ha traído secuelas medioambientales en territorios no adecuados, como en Chile.

            Cada uno de estos productos une la tradición con la modernidad y la capacidad de nuevos aprendizajes. Con su esfuerzo, los emprendedores nos ayudan a despertar con el aroma de café, el pan caliente, queso fresco, palta. Al mismo tiempo alientan la fe en la patria de la infancia.

viernes, 9 de mayo de 2025

ADIÓS ROSÁNGELA “CONNIE” CONITZER BEDREGAL

 


            Durante años, cada 9 de mayo, encontraba a Rosángela Conitzer Bedregal en los actos conmemorativos del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando los aliados, por un lado, y las tropas soviéticas, por otro frente, derrotaron a las fuerzas de Adolf Hitler. Este viernes se cumplen 80 años de esa victoria.

            En esa misma fecha, en 1950, después de cinco años de durísima reconstrucción física y anímica, el ministro francés Robert Schuman (1886- 1963) presentó la declaración que lleva su nombre y que significó el inició de la cooperación europea. La meta era reemplazar las armas por el diálogo, por los planes conjuntos, por la cooperación económica y política entre los antiguos rivales.

            Schuman, con raíces germanas, tuvo la valentía de proponer un tratado con Alemania, la misma nación que años atrás asesinó a sus compatriotas. Encontró a otro gran visionario, Konrad Adenauer. Ambos, como no podía ser de otra manera, afrontaron las hostilidades internas, el descrédito de otros líderes europeos y muchos obstáculos.

            Al primer paso siguieron otros y otros hasta conformar la Unión Europea, el mejor ejemplo mundial de que la convivencia entre viejos enemigos es posible y beneficia a las mayorías. La UE se mantiene, a pesar de las muchas dificultades.

            La invasión de Rusia a Ucrania y la presión de Vladimir Putin contra mandatarios de exrepúblicas soviéticas es el miedo a que la vivencia de la libertad y de los derechos humanos alcance a más países.

            La Unión Europea ha sido y es en varios asuntos el principal aliado de Bolivia, aunque el (No) Estado Plurinacional de Bolivia se empeñe en enturbiar esas relaciones o en apoyar la violencia rusa (y los mercenarios y soldados norcoreanos) contra un país pequeño.

            Rosángela, más famosa como Connie, era una permanente defensora de los caminos pacíficos, de la vía cooperativa en lugar de la confrontación.

            Ella solía asistir a las recepciones con su esposo, el diplomático Rafael Echazú, y con su madre Yolanda, tan pequeña y flaquita como una colegiala; tan grande en su verso que sus contemporáneos la bautizaron como Yolanda de América.

            Cuando tocaban el Himno Europeo, la Oda a la Alegría de Friedrich von Schiller universalizada por Ludwig van Beethoven parecía que finalmente la humanidad había aprendido la lección.

            Todo sonaba a belleza. Schuman era casi igual al apellido de Robert Schumann, uno de los más amados compositores de Connie. Ella, como parte de las mujeres de su familia, fue una gran pianista. Sin alborotos, como era todo lo que hacía, tocó hasta su vejez. Era parte del grupo extraordinario de pianistas como Graciela Rodo Boulanger. Las montañas multicolores paceñas conocieron esas veladas exquisitas.

            La letra de la Oda de Schiller, publicada en 1786 (es decir antes de la Revolución Francesa) era un canto al anhelo humano de igualdad, libertad, fraternidad y una confianza infinita en la capacidad de hermandad entre los seres humanos. Esas rimas son un retrato de Connie, fraterna con todo otro ser humano, amante de la libertad como fueron sus padres, abuelos y la extraordinaria estirpe de los Bedregal, sencilla.

            ¡Alegría! ¡Alegría!, Freude, Freude. Esa era la risa permanente y cantarina de Rosángela. “Quien ha tenido la fortuna de tener un amigo”, continúa el Himno a la Alegría. Como expresaban colegas, alumnos, familiares, admiradores, qué hermoso fue tener una amiga como ella. Ella podía recitarlo en los seis idiomas que practicaba, incluido el hebreo literario.

            Cuando la Unión Europea escogió a la Novena Sinfonía como su canción oficial mandaba un mensaje a todos los guerreristas. Así como Alemania/Austria generó las almas perversas de las SS, así también engendró a un maestro como Beethoven, no solamente un genio musical sino un defensor de la hermandad.

            Connie era seguidora de ese espíritu. Por años fue profesora de alemán en el Goethe Institut, otra entidad que lleva el nombre de un poeta que buscó los valores de la humanidad. Ahí una anécdota. En la mañana, ella era alumna de filosofía de Huáscar Cajías, por la tarde era su maestra pues él decidió aprender el idioma para apoyar a sus hijos, escolares del Deutsche Schule. Ambos supieron manejar perfectamente cada rol, que incluía la amistad de Huáscar con los Bedregal y Gerd Conitzer.

            Connie frecuentaba sin rencor el ambiente alemán, aunque su padre había sido prisionero en un campo de concentración. Pudo llegar a Bolivia como otros judíos en 1939. Pronto se hizo famoso porque vendía libros de casa en casa. Los había leído todos. Él también dominaba cuatro idiomas.

            Rosángela nació el 25 de julio de 1945, en los estertores de la guerra. Su padre era conocido como el Gringo Chukuta, por su integración a la cultura paceña. Su madre Yolanda era pintora, música, poetisa. Connie la convocó en sus últimos instantes: “mamá, mamá”, cuando era trasladada a la clínica por su hija Natalia. Ella, Alejandra, los nietos saben que murió en paz, como vivió, rodeada de amor.

lunes, 5 de mayo de 2025

LO QUE EL PLAN CÓNDOR NO LOGRÓ, LO CONSIGUIÓ EL GRUPO DE PUEBLA

 

            El Primero de mayo de 1972, la convocatoria circuló cara a cara. Algunos periodistas la conocieron. Jóvenes aprendices se sintieron parte de aquella red susurrada al oído: a las doce, en la plaza Venezuela, frente a la sede de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) y de la Central Obrera Boliviana (COB).

Más abajo, en el edificio de la Confederación Sindical de Trabajadores Fabriles (CSTFB) también se percibían movimientos sospechosos. En los alrededores tenían sus locales los panaderos, periodistas, constructores, bancarios, gráficos.

Era el mismo vecindario donde fue fundada la Sociedad de Obreros “El Porvenir”, cuyo escudo colgaba orgulloso cerca de la Plaza Murillo. En 1907 fue una de las primeras voces para recordar el Día del Trabajo. Al inicio hubo veladas culturales. Poco a poco fueron las concentraciones, marchas, protestas, rebeliones. Socialistas, marxistas y anarquistas aprovechaban el Primero de Mayo para anunciar la revolución.

Más tarde, con la experiencia durante la Guerra del Chaco, los primeros sindicatos mineros, el empuje del nacionalismo, la fecha consagrada para recordar a los mártires de Chicago adquirió sellos de grandeza. Vociferantes trabajadores, hombres, mujeres y sus familias bajaban en tropel anunciando una nueva era de mayor felicidad para el proletariado y para la Humanidad.

            El 9 de abril de 1952 la clase obrera creyó llegar al paraíso. El 17, cuando aún estaban calientes los fusiles, fue fundada la COB. Mantuvo la unidad, a pesar de las presiones oficialistas para coptarla, como sucedía con las organizaciones argentinas bajo el peronismo; o para dividirla, como pasaba en la mayoría de los países latinoamericanos con las centrales obreras paralelas.

            El Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), intentó formar grupos disidentes y debilitar a la FSTMB. Inventó esbirros, sindicatos controlados, congresos amañados. No logró vencer a la democracia obrera y a la independencia sindical. Reprimió, encarceló, asesinó, pero el proletariado boliviano mantuvo altiva la cabeza.

            En 18 años de gobiernos militares hubo masacres en las minas, en los barrios obreros, en las universidades. La etapa más dura se dio desde agosto de 1971, como una reacción al poder representado por la Asamblea del Pueblo.

            En mayo de 1972, los obreros convocaron a la concentración como señal de presencia. El acto duró pocos minutos, breves discursos, banderas tricolores al viento. Un corredor humano protegía al principal orador, el dirigente minero del Partido Comunista, Oscar Salas.

            El sistema represivo se agudizó por el avance de las dictaduras en Uruguay y en Chile. Nada fue comparable con lo que sobrevino cuando los militares ocuparon la Casa Rosada en 1976.

            Con el aliento de Washington se implementó el Plan Cóndor o la Operación Cóndor para erradicar toda sombra de sindicalismo independiente, de partidos de izquierda, de prensa contestataria, de curas rebeldes, de artistas atrevidos.

En Bolivia, Hugo Banzer Suárez en su fase más brutal mandó tropas a las minas. Los dirigentes fueron apresados o expulsados a Chile, donde gobernaba Augusto Pinochet. Desde 1974 intentó reemplazar a la COB con los llamados “coordinadores laborales” puestos a dedo. También llevó repetidoras del oficialista Canal 7 a los campamentos para adoctrinar a la población. Fracasó en sus aspiraciones.

Los mineros mantuvieron sus organizaciones dentro y fuera del socavón. El Comité Ejecutivo de la COB en la clandestinidad siguió reuniéndose. Juan Lechín y otros líderes lograron burlar los controles fronterizos. Fueron las esposas de los mineros las que arrancaron la amnistía general. La COB derrotó al golpe de noviembre de 1979. Fueron los sindicalistas los que mantuvieron la actividad política para frenar a los narcos en 1980.

El Primero de mayo de 1983, una inmensa multitud se descolgó desde las laderas hasta San Francisco. En todo el país los obreros marcharon del brazo de los campesinos ya unificados en una central única; capas medias, intelectuales, dulceros, salubristas, maestros entonando los cánticos revolucionarios, portando cartelones y banderas.

Hasta 2006, a pesar de su creciente debilitamiento numérico y protagónico, la COB mantuvo su esencia: defensa de las clases populares/proletarias; independencia de clase de cualquier gobierno; unidad.

            En 2025, una COB decrépita se mueve entre vehículos chutos regalados por presidentes o ministros; hoteles alojamientos financiados con dinero público; paseos del brazo con gobernantes; salarios superiores a los de la gran mayoría de los bolivianos. El Movimiento al Socialismo logró lo que no pudieron las dictaduras. Igual sucede en la región. El Grupo de Puebla ha desarticulado en 20 años lo que costó formar en un siglo.