El presidente Luis Arce Catacora
ordenó a los funcionarios públicos “continuar con el desmontaje del modelo
neoliberal”. Las palabras fueron pronunciadas en la misma jornada en que los
últimos guardaparques y trabajadores calificados que cuidan las principales
reservas naturales en Bolivia eran despedidos en masa y reemplazados por
personas identificadas con las corrientes contrarias a mantener parques
nacionales en el territorio nacional, incluyendo a los últimos directores del
SERNAP.
Desde la posesión del nuevo mandato
del Movimiento al Socialismo (MAS) a nivel nacional han sido asaltadas
entidades públicas (y también privadas, como ADEPCOCA). Casi todas las
reparticiones fueron sacudidas por la masacre azul que incluyó a los antiguos
funcionarios del propio MAS que habían llegado a la administración pública en
los últimos tres lustros.
Entre las instituciones más
afectadas están aquellas que dan servicios a la población como el SENASAG o el
SENASIR. Hay información de cantidad de personas que recibieron su memorándum
de despido antes de fin de año. Uno de los casos patéticos es el Ministerio de
Relaciones Exteriores, ya desmantelado por Huanacuni y que apenas recuperaba al
personal con conocimiento de diplomacia bajo una profesional de primer nivel
como Karen Longaric. ¿Eso significa
“desmontar el modelo neoliberal”?
Arce Catacora parece olvidar su
propia biografía. Él ingreso al Banco Central en 1987, en plena expansión del
D.S. 21060. Al parecer nadie lo obligó a participar en marchas vivando a Víctor
Paz Estenssoro o al entonces gobernante Movimiento Nacionalista Revolucionario
(MNR) que había cambiado su propuesta nacionalista de los años cincuenta.
Cuando Jaime Paz Zamora del
Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR) llegó al poder y formó su
gabinete no tocó la esencia de la administración pública y auspició la meritocracia
que posteriormente perfeccionó Jorge Quiroga como vicepresidente de Acción
Democrática Nacionalista (ADN). En esos años de consolidación del modelo
neoliberal, Arce Catacora consagró su carrera de contador y de economista
ocupando la responsabilidad de gerente de operaciones internacionales. No
existen datos que sus jefes hubiesen objetado su apego al Partido Socialista.
Los gobiernos del MIR, ADN, MNR, Carlos Mesa, Eduardo Rodríguez respetaron a
Arce.
En el momento de mayor impacto del
neoliberalismo y de la modernización del Estado boliviano con la aplicación del
Plan de Todos bajo la presidencia de Gonzalo Sánchez de Lozada, Arce Catacora
fue beneficiado con un nuevo alto puesto en la principal entidad financiera
boliviana: Jefe del Departamento de Información y Publicaciones de la Gerencia
de Estudios Económicos del BCB.
¿Por qué Arce pudo desarrollar tan
ampliamente su carrera durante años en el corazón del estado neoliberal? Porque
conocía su trabajo, porque vencía exámenes de competencia, porque sus jefes le
exigían que cumpla con sus deberes profesionales, no con la cuota para el
partido o con la ficha por asistir a la marcha.
Por todo ello, llama poderosamente
la atención que él escoja para su gabinete a un plantel de personas mediocres (salvo
tres excepciones que mejor no nombrar para que no las saquen). Los ministerios
de Culturas y de Salud son el ejemplo de optar por la ignorancia. ¿No existe al
menos un gestor cultural que sea del MAS? ¿No encontraron ni un científico
masista y tuvieron que contentarse con un “pegacarteles” para enfrentar la
pandemia?