Parecía que el lobo llegaba al redil
de las ovejitas del Tribunal Supremo Electoral. En otras ocasiones los vimos
desorientados y confusos. El pasado miércoles 11 los rostros estaban asustados
y la vocal Lucy Cruz tropezaba al leer un comunicado para sancionar la difusión
de una encuesta preelectoral.
¿Por qué esa reacción rápida,
conjunta, contundente y amenazadora? He aquí algunos antecedentes.
Evo Morales desconfía de las
encuestas pues al menos en dos oportunidades los sondeos dieron porcentajes muy
inferiores a los resultados reales (2002, 2005). Fallaron las proyecciones, no
el conteo oficial a cargo de la entonces Corte Nacional Electoral. Las
encuestas podían ser criticadas, nunca censuradas.
Ahora es diferente. Entonces el
árbitro electoral estaba conformado por profesionales que sabían leer y sumar y
gozaban de prestigio y confianza ciudadana. Ese detalle comenzó a cambiar con
la presidencia de José Luis Exeni (2008-2009) cercano al MAS.
Las cortes que estuvieron a cargo de
los procesos electorales desde 2010 a la fecha no consiguieron superar las
dudas de los electores. Se sucedieron muchos incidentes hasta la presidencia de
Katia Uriona y el retorno de Exeni. El tufillo a oficialismo continuó con el
grueso de los funcionarios ligado al evismo. Sin embargo, primaba un compromiso
profesional de muchos de ellos hasta que permitieron la candidatura del binomio
derrotado en el referéndum 2016.
Las renuncias sin explicaciones transparentes
y el rol del vocal informático del TSE, Antonio Costas, aumentaron las dudas.
Extrañamente él fue el primero, en abril pasado, en anunciar que los problemas
internos del TSE podrían afectar la administración de las elecciones de 2019.
¿Quién filtró esa carta? ¿Qué intenciones había en estas típicas jugadas envolventes
del MAS? ¿Qué advertencia era?
La sombra del fraude empañó el
proceso con más declaraciones, decisiones, acciones y contradicciones dentro
del tribunal nacional, los tribunales departamentales, las notarías, el aumento
de registros, la subida de votantes en Santa Cruz, en Buenos Aires, el acarreo
de votos. Aparecieron encuestas chimbas a favor del MAS.
Por ello surgió una iniciativa
ciudadana de una veintena de instituciones. Si bien aparecen en primera fila la
Fundación Jubileo, la UMSA y Canal 13, están la UPEA, la UGRM, la UCB, la UMSFX
en lo académico; en la difusión, canales universitarios, ANF, ERBOL, Aclo,
Radio San Miguel, Radio Esperanza, Diakonía. Es decir, entidades que llegan también
al área rural dispersa.
La difusión de la encuesta que
mostraba que el apoyo al MAS no sube del 30% de los resultados de las
elecciones judiciales era grave. El TSE parcializado no podía permitir que aumente
la sensación térmica del fin de la era Evo, ya calentada por el desastre en la Chuiquitania.
Pero eso no es lo que más asusta al TSE. El
gran miedo de los vocales es al control ciudadano organizado, científico, que
tendrá resultados a boca de urna el 20 de octubre. Ante la falta de
coordinación de los delegados partidarios, “Tu Voto Cuenta” es la mejor
garantía contra el fraude. Por eso hay que cortarle la cabeza, no importa el
precio.