viernes, 13 de octubre de 2017

Del canal 7 a la DW


            Hace algunos meses un europarlamentario cortó la demagogia de un alto funcionario boliviano cuando osaba comparar la nueva postulación de Ángela Merkel con las vías que busca el Movimiento al Socialismo para relanzar a Evo Morales. “La Constitución lo permite” le dijo. Una Constitución aprobada antes de las candidaturas y del gobierno de la líder democristiana.
            Si hubiese sido Bill Clinton frente a su adversario, hubiese sido más drástico: “Es la Constitución, estúpido”. Varias autoridades nacionales, jugando con los niveles de conocimiento de la población, intentan comparar la política del gigante europeo con la historia boliviana. Los discursos más sorprendentes fueron expresados por Alfredo Rada y por René Martínez, desde el Palacio de Gobierno.
            Si tanto admiran a Alemania podrían empezar con algunas medidas. Un primer paso podría ser que Canal 7, la televisión estatal de Bolivia sea similar a la Deutsche Welle, la televisión pública alemana.
            Por ejemplo, al día siguiente de las elecciones de septiembre, la DW difundió diferentes análisis, algunos muy críticos al oficialismo, tanto en sus programas televisivos como en su portal electrónico. En el día nacional, que recuerda la reunificación, la principal entrevista fue al líder opositor, de la socialdemocracia.
            La televisión pública alemana difunde las actividades de su país, de las autoridades y de la sociedad civil, de los parlamentarios de una u otra línea, de las organizaciones no gubernamentales, de las fundaciones de diferente rumbo ideológico, incluyendo a los espacios consagrados a la izquierda más radical.
            Rada podría ordenar un análisis de contenido y calcular cuántos minutos por día sale Evo en el Canal 7 y cuántas Ángela en la DW; cuántas transmisiones se hacen en directo, incluyendo partidos de futbol de la división palaciega y cuántas veces sale Merkel inaugurando losetas; cuántos programas nacionales invitan a parlamentarios opositores y cuántos en la DW; qué temas se tocan en los programas políticos y a quiénes se insulta.
            La DW defiende la libertad de prensa dentro de su país, en Europa y en otros lugares del mundo como la piedra fundamental de los arquitectos que construyeron y construyen la democracia alemana, la unidad europea y la división de poderes. Aplica la autorregulación y defiende el Estado de Derecho.

            El Ministerio de Comunicación podría aprovechar mejor y no poner condiciones, algunas inadmisibles como pretendía una ex ministra, a la ayuda técnica que ofrece la DW en Bolivia y comenzar ahí si quiere llegar más lejos.