jueves, 18 de diciembre de 2025

DE GAZA A MANAGUA; DE MANAGUA A SAN SALVADOR; DE SAN SALVADOR A WASHINGTON D.C.

 

            “Casi la mitad de los periodistas asesinados en los últimos doce meses lo fueron en Gaza bajo el fuego del Ejército de Israel”, señala el balance de Reporteros sin Fronteras al concluir este aciago 2025. Para esta organización internacional, que vigila el estado de la libertad de prensa en el mundo, las “Fuerzas de Defensa de Israel se han convertido en el peor enemigo de los periodistas”, cita La Vanguardia. Ucrania y Sudán son los otros lugares letales para el ejercicio del periodismo.

            En el balance de esta ONG, los soldados israelitas son los autores del 43% de los periodistas acribillados este año, aumentando a 240 los colegas palestinos muertos desde 2023. Los otros casos registrados en el mundo son responsabilidad de grupos (para) militares y del crimen organizado. México ocupa el segundo lugar más peligroso para ejercer esta peligrosa profesión. Nueve periodistas fueron asesinados por orden de los carteles del narcotráfico. China es el país que tiene más periodistas presos, 121.

            Casi todos los trabajadores de la prensa en Gaza han redactado y/o grabado su testamento porque saben que los militares de Tel Aviv no respetan los distintivos de “Press”. Al contrario, los testimonios de testigos o sobrevivientes relatan que las balas de francotiradores hebreos estaban dirigidas específicamente a periodistas y a su familia.

            Entre ellos el antiguo camarógrafo de Al Jazzera o el corresponsal de 26 años acusado de terrorista. Una periodista se despide cada día de su hijita y de su esposo con un beso debajo del casco. Ella sabe que puede ser su trabajo final, como sabe que su compromiso con la información es superior a su dolor de madre y el temor a la muerte.

            Estas semanas las bombas y disparos han destruido los paneles solares y el uso del Internet es casi imposible, como denuncian religiosos. Las centrales eléctricas no funcionan. El padre Gabriel asegura que la guerra continúa, con otros métodos y matando a la gente con el paso del reloj: hambre, epidemias, frío. Quedan pocos periodistas para contar el drama.

            La prensa europea ha reclamado ante el gobierno de Benjamín Netanyahu que permita el ingreso de las cámaras independientes. El corresponsal Antonio Pita lamentó la falta de acceso libre de la prensa a la Franja a pesar de que supuestamente rige un alto al fuego.

            La Asociación de la Prensa Extranjera que representa a 400 medios de 30 países llevó el asunto al Tribunal Supremo, que en un año ha concedido siete prórrogas al Estado de Israel para que justifique su posición. El gobierno declara que la presencia de periodistas pondría en peligro a sus tropas. Los militares judíos sólo permiten algún ingreso esporádico, escoltado, de alguna prensa seleccionada y para un recorrido delimitado. Todas las grabaciones son revisadas por la censura militar.

            En otro lado del mundo, los periodistas nicaragüenses exiliados desde 2019 en Costa Rica denunciaron que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha clausurado todos los periódicos; ya no hay prensa en ese país. A los exiliados les han quitado la nacionalidad; les han confiscado sus bienes y cuentas. La amenaza trasciende las fronteras con el asesinato de refugiados en otros países.

            En El Salvador, los periodistas sufren la presión de Nayib Bukele, especialmente los reporteros del famoso El Faro. “La prensa independiente bajo asedio en El Salvador: persecuciones, violencia y estrangulamiento financiero obligan a los periodistas al exilio”, tituló el dossier presentado por Reporteros sin Fronteras en octubre. Más de 50 periodistas fueron obligados a exiliarse ante la amenaza de prisión en las cárceles de máxima seguridad. El cerco se estrecha contra toda voz opositora.

            Mientras, Donald Trump volvió a humillar a una periodista de la ABC porque le cuestionó la presencia del príncipe heredero Mohammmed Bin Salmán de Arabia Saudí, acusado como autor intelectual en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Turquía. Khashoggi publicaba casos de corrupción y de violación de derechos humanos en su país.

            Según informaron corresponsales de la BBC, de SWI swissinfo y de otros medios, el presidente estadounidense reaccionó enojado por la pregunta que le recordaba además los negocios que él tiene en ese país árabe. Defendió al príncipe asegurando que él “no sabía nada”, a pesar de todos los informes internacionales que señalan la complicidad del heredero, entre ellos el de la propia CIA.

            La violación de derechos humanos, la persecución a periodistas, las presiones contra las mujeres no son evaluadas con la misma lente cuando sus autores son millonarios o aliados políticos y diplomáticos.

            En las últimas horas dos nuevas noticias: un magnate griego amigo de Trump y con respaldo económico de Bin Salmán adquiere las históricas La República y la Stampa de Italia y otros medios. ¿El final de la prensa progresista en ese país? Vladimir Putin ha aumentado la presión contra la Deutsche Welle, quien la escuche o la comparta en Rusia enfrentará proceso judicial.

            En Bolivia, el periodismo de la década dorada de los noventa ya no existe.