viernes, 30 de abril de 2021

FESTEJAR A LA MADRE TIERRA TALANDO BOSQUES

 

            Cada día que pasa, cada hora, cada minuto, algún árbol es derribado en áreas protegidas del Estado Plurinacional de Bolivia y el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca no lo denuncian. El avasallamiento a los 22 espacios que ayudan a enfrentar al cambio climático es cotidiano y aparentemente imparable, además del manoseo político en torno a los parques nacionales y a los territorios indígenas.

            Una realidad que la prensa del llamado socialismo Siglo XXI no refleja. Por el contrario, TELESUR difunde que Arce “reiteró en un discurso de inauguración de la Feria de Nuestra Madre Tierra el compromiso gubernamental por los derechos naturales y anunció la reactivación del Fondo Plurinacional para la Madre Tierra, impulsor a su vez del programa de adaptación y mitigación al cambio climático”. La nota indica que en la ocasión se denunció que la “Madre Tierra está “amenazada por el desarrollo capitalista salvaje.” Bonita foto con muchos colores y la “challa” en San Francisco.

            Al mismo tiempo, una guardaparque y defensora del bosque dentro del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) redactaba su carta de renuncia después de tres décadas de trabajo. “La carta de Carola Vaca, jefe de protección de Reserva de Biósfera Estación Biológica de Beni, dirigida al SERNAP llena tres páginas. Entre los varios puntos, en los que deja en evidencia una fuerte presión hacia los guardianes del bosque, manifiesta que ésta empezó en 2010, pero se acentuó en el último trimestre”, publica el periódico “El Deber”.

            “La dirección solo tiene un objetivo, aprobar desmontes, para legalizar a los cuartoneros con los que nos hemos enfrentado en los últimos diez años”, dice una de las denuncias, que hace la reseña de designación irregular por imposiciones políticas del nuevo director. Otro de los puntos más fuertes tiene que ver con el acoso laboral y la violencia de género “que llegó a su límite”. La carta menciona amenazas de sacar a la fuerza a los miembros del cuerpo de protección.

            Desde que asumió Teodoro Mamani hay permanentes denuncias contra él por expulsar al personal profesional que quedaba; por autorizar el ingreso de empresas mineras a parques nacionales y, sobre todo, porque se amplía cada vez más la acción de quienes quieren derribar árboles para habilitar terrenos con cultivos de alimentos y de coca.

            La carta de Carola se suma a las otras denuncias de esta semana sobre la acción de los llamados interculturales o colonizadores para entrar en áreas de reserva, como ya pasó en el Madidi y en casi todas las áreas protegidas del departamento de Santa Cruz (nacionales, departamentales o municipales), desde Otuquis a San Ignacio de Velasco.

            Esta visión de desarrollo depredador está en el modelo que alienta el Movimiento al Socialismo (MAS) desde sus inicios, aunque disfrazado. No olvidamos que hace 10 años, en 2011, los indígenas de tierras bajas con el apoyo de aimaras y quechuas salieron en la marcha por la defensa del TIPNIS y acabaron reprimidos violentamente.

            ¿Salen esas noticias en Telesur? ¿Les preocupan a los corresponsales de periódicos europeos? ¿Llegan periodistas argentinos para enviar despachos urgentes?

            Claro que no. El poder de la impostura del socialismo Siglo XXI y de su expresión cocalera en Bolivia son tan inmensos que existe en el mundo la idea que este es el estado líder en la defensa de la Pachamama, de la Madre Tierra. ¿Llegarán las nuevas evidencias a desmontar la farsa en algún momento? ¿O deben resignarse las nuevas generaciones a esas quemas de su futuro?

viernes, 23 de abril de 2021

ARIAS Y EL PELIGRO DEL NEOPOPULISMO

 

            Algunas declaraciones y acciones del futuro alcalde de la sede de gobierno, Iván Arias, preocupan a esta ciudadana amante de La Paz pues podrían ser el anuncio de una gestión cargada de confrontación y populismo que poco sentarían a la Ciudad Maravilla.

            Por ejemplo, al conocer su victoria en las elecciones de marzo pasado, el candidato de “Somos Pueblo” festejó levantando sus gastados zapatos. ¿Qué hay detrás de semejante imagen? ¿Invocación a la razón o a la emoción? ¿Mostrar que un exministro, un profesional de larga data, sólo tiene un par de calzados? ¿Es una cábala? ¿Es una alusión a la canción del exalcalde Julio Mantilla y sus zapatos rotos? ¿Qué población puede conmoverse con ese acto?

            Días después, Arias anunciaba que promovería que los profesionales de la comuna salgan a limpiar las calles. Otra vez las interrogantes: ¿por qué los responsables del área jurídica- por ejemplo- pueden barrer y no las barrenderas ir a firmar documentos? ¿Por qué reforzar, así sea de forma subliminal, que levantar la basura es un oficio de menor dignidad que estar en un escritorio? Me hizo recuerdo a Guillermo Aruquipa, el ex presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y exsuperintendente de Hidrocarburos que creía que llevando garrafas de gas sobre sus hombros iba a detener la vertiginosa caída de la principal empresa estatal.

            De forma sostenida, Iván Arias da declaraciones contra la saliente administración municipal y su titular Luis Revilla. Él, como experto municipalista, debe conocer que la alcaldía de La Paz es la que presenta los mejores resultados en diferentes materias. Son muchísimos los temas en los cuales La Paz es vanguardia, aunque no nos guste lucirlos porque el lloriqueo colla es más llamativo, siempre. ¿Visitó Arias el Cementerio General, por ejemplo? ¿Usa el Pumakatari? ¿Acudió él o algún familiar a alguno de los centros de salud municipales? ¿Conoce los centros infantiles en los mercados populares? ¿Leyó los informes sobre gestión de riesgos, del 2002 a la fecha? Parece que no.

            Aparentemente Arias quiere acabar con la institucionalidad edil, la última que queda en el país: despedir a muchos empleados; acabar con diferentes emprendimientos, incluyendo las guardias municipales y los parqueos que ayudaron a ordenar la ciudad. Al escucharlo vuelven susurros de dichos similares declarados por Samuel Doria Medina.

            ¿Acaso Iván Arias conoce ejemplos más acertados? Una y otra vez defiendo la gestión de la dupla Juan del Granado- Revilla porque conozco el país y conozco la ciudad. ¿O alguna alcaldía de las 10 ciudades más grandes está mejor?

            La gestión de Revilla tuvo que atender más de 30 procesos, alguno sobre un asunto cuando él era un niño; el gobierno central torpedeó la metropolización de la provincia Murillo. La Paz vivió, vive, cercada por el MAS. EPSAS es una muestra dramática.

            Arias debería concentrarse en los asuntos pendientes que son los que arruinan la calidad de vida en La Paz: los loteamientos de cuello blanco y de mafias organizadas; los “cerricidios” cotidianos; la usurpación del gobierno central de funciones municipales (véase Plaza Murillo, FPS asfaltando), las acciones de delincuentes contra los bienes municipales sean parques o buses. ¿Logrará revertirlos? ¿Enfrentará a los autores?

            Para ello necesita valor y planes serios, palabras coherentes y no discursos veleidosos. Culpar al empedrado será muy fácil; vencer obstáculos es lo que diferencia al verdadero líder del charlatán.

 

 

viernes, 16 de abril de 2021

EL MUNDO DE LOS LIBROS

            Tengo en mis manos un libro extraordinario, gracias a mi hijo pues son ahora las nuevas generaciones las que nos abren los ojos. Es la historia de los libros, sobre todo de las bibliotecas, escrito por la filóloga española Irene Vallejo. “El infinito en un junco. La invención de los libros en el mundo antiguo” (Siruela, 2019) ha asombrado al mundo editorial por su éxito. A pesar de tratar un tema erudito en más de 400 páginas llenas de datos, alcanzó la edición 28 en dos años; vendió más de cien mil ejemplares; tiene contratos para 26 traducciones en los principales idiomas del mundo y recibió todos los premios en ese ámbito.

            La idea, relata Irene, nació mientras estudiaba en Florencia, Italia, y pudo acariciar un pergamino en la biblioteca Medici Ricardi. El manuscrito la transportó a ese mundo clásico, donde siempre uno encuentra esperanzas para la humanidad. Al poco, la compleja enfermedad de su hijo Pedro, la obligaba a estar casi todo el día en el hospital o en el centro de rehabilitación. Sólo tenía la noche para escribir, como el refugio de madre y de profesional.

            Aunque creía estar en el fondo del fondo, su respeto por sus propias ideas, su propuesta y las muchas fuentes consultadas la mantuvieron firme en el propósito de escribir, “así sea para uno mismo”. El apoyo de su compañero y la irrupción en su escritorio de Alejandro Magno, de la Biblioteca de Alejandría, de antiguos papiros y suaves pergaminos iluminaban el camino.

            Cuenta cómo Ptolomeo enviaba espías para conocer todos los libros publicados en el mundo conocido de su época; como los monjes rescataban las copias de las copias para salvar los documentos más antiguos de la humanidad; cómo se organizaron las primeras bibliotecas; cómo actuaron los primeros mecenas para crear los primeros museos.

            Leer este ensayo es poder encontrar un balcón para mirar otra humanidad posible, otro rastro de lo mejor de la historia y conocer que hubo guerreros y políticos que defendieron el conocimiento, el arte y la cultura.

            Inevitablemente, al amanecer, con las primeras noticias en la radio, vuelvo a la realidad. ¿Podría tener un libro en Bolivia una difusión similar? ¿Cuántos bolivianos leen un libro al año, un libro al mes, un libro a la semana, el periódico, alguna revista científica? ¿Por qué no leen los bolivianos? ¿A qué poderes no les interesa fomentar la lectura en la población boliviana, en el área rural, entre los jóvenes?

            En mis viajes por las provincias contemplo con tristeza la no existencia o el cierre de las precarias bibliotecas municipales; por ejemplo, en los campamentos mineros. También los antiguos teatros están clausurados y faltan programas radiales de cultura. El Chapare goza de bonanza económica pero no de altos índices de Desarrollo Humano; una vez reclamé a líderes cocaleros por qué fomentan bailes y farras y no sitios de lectura.

            En esta última semana, mientras leía las historias narradas por Vallejos sobre las obras de los clásicos griegos y romanos, recordaba las patéticas declaraciones del presidente Luis Arce. Niega ser un todólogo para explicar por qué no leyó la Constitución Política del Estado. Con esa misma facilidad, niega el derecho de toda persona a la salud. Quizás si se empeñase en imitar a los mejores gobernantes del mundo antiguo y de la actualidad, ¡si dedicara unos minutos a la buena lectura!, otra sería su huella en la historia.

viernes, 9 de abril de 2021

ESCASEAN CIENCIA Y TECNOLOGÍAS

             Hace poco, el Observatorio Astronómico localizado en Tarija y único de ese nivel en Bolivia cumplió 37 años. No fue noticia porque no interesa a las autoridades, ni a los dirigentes políticos, ni a los movimientos sociales y tampoco a los periodistas. Los asuntos de las ciencias y de las tecnologías no ocupan primeras planas; quizá algún editorialista de vez en cuando se ocupe de ellas.

            Esta entidad se ahoga porque la Gobernación de Tarija no cumple con los apoyos financieros que están aprobados en su presupuesto. También se ahoga por la apatía del gobierno central, a pesar de que este centro del saber realiza muchas actividades para explorar el firmamento y difundir entre los pobladores locales y forasteros los misterios del cosmos. Siempre hay un programa novedoso para aprender.

            Este centro contó con el respaldo económico y técnico de Rusia, cuando los apoyos extranjeros no significaban un condicionamiento ideológico o político. También existen aportes japoneses al planetario. A pesar del maravilloso cielo boliviano, los emprendimientos para tener otros observatorios chocan contra la negligencia, cada vez más generalizada.

            En mis viajes, siempre que puedo, visito observatorios astronómicos y planetarios porque son fascinantes. En Barcelona el Observatorio Fabra pertenece a la Real Academia de Ciencias y Artes de la ciudad y ofrece el placer de observar las estrellas mientras se disfruta una cena en su terraza, en la montaña del Tibidabo. Es tan ilustrativo reconocer planetas, constelaciones, teorías.

            Otro observatorio extraordinario es el Europeo Austral (ESO) en pleno desierto de Atacama. Hay que reservar plaza para la visita con meses de anticipación. Vale la pena, pues ahí están las máquinas más modernas de la región, trabajan científicos de todo el mundo y es posible divisar hasta los lejanísimos agujeros negros. Abajo existe una ciudadela subterránea para evitar toda contaminación lumínica. Bolivia podría albergar un emprendimiento tan fantástico, pero ya se sabe que no faltarían bloqueos, presiones masistas para conseguir empleos, campañas de post verdades.

            Antiguos proyectos como la Estación Meteorológica de Patacamaya, del Instituto Boliviano de Tecnología Agropecuaria, no tiene ni siquiera un portal informativo. ¿Qué paceño ha escuchado sobre su trabajo? De vez en vez algún estudiante de la UMSA le dedica una tesis o algún antiguo técnico recuerda con nostalgias los mejores momentos.

            La Estación Biológica del Beni, próxima a cumplir 40 años, es parte del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) y fue en su momento un ejemplo de alianzas estatales y privadas, con amplia participación de la sociedad civil para preservar la extraordinaria vida silvestre de la zona. Hasta 2005 era una prioridad para el estado boliviano. Desde la decadente gestión de Abel Mamani (una persona de tierras altas, activista político, que no se interesaba en ese tema antes del cargo) hasta los actuales responsables “colonizadores”, el sistema de áreas protegidas está en peligro. A pesar de las denuncias siguen expulsando a los guardabosques y a los técnicos.

            La lista es muy larga. Los resultados son evidentes ahora y serán peores en el futuro cercano. No sólo es imposible soñar con fabricar vacunas, ni siquiera hay esperanza de contar con planes de compra, con programas de distribución, con equipos seguros y, mucho menos con información transparente. La ignorancia siempre es opaca.

           

viernes, 2 de abril de 2021

PRESERVAR EL TRABAJO CULTURAL EN EL GMALP

 

           Aún recuerdo mi emoción adolescente con el estreno de “Carmina Burana” en el Teatro Municipal bajo el entusiasmo del profesor Wolfgang Kudrass, los mejores solistas del país, los músicos selectos, las voces más cálidas, el coro infantil. Era la época de oro de la Orquesta Sinfónica Nacional y de las entidades estatales destinadas a fomentar la estética, la armonía, el goce del arte.

            El último episodio con la cantante lírica Rosana Piza es sólo el más tragicómico, pero no el único. Ella, amable y de bonita voz, es contadora general y diplomada en estudios militares (quizá de ahí su afán de volver al mar), pero no respetó la modernización lograda por David Händel ni las mejoras que consiguieron otros directores. El video que ha estremecido las redes sociales es para reír y para llorar…

            Desde 2006, las fundaciones públicas, los museos estatales, las escuelas oficiales de teatro, de ballet, de artes plásticas entraron en un tobogán de miseria, ideologización, cursilería, desprestigio y tráfico de influencias. Nada de lo fundado el siglo pasado sigue de pie.

            Sin embargo, para los paceños, el deterioro de la estructura institucional cultural nacional (ahora al mando de una mujer que ni idea tiene de gestión cultural) no fue de impacto negativo porque la oficialía/secretaría de cultura(s) del gobierno municipal mantuvo una agenda diversa, intensa, de oferta para todos los públicos y- ¡sobre todo! de respeto al libre pensamiento y a la libertad de creación y de expresión.

            La Paz fue la vanguardia cultural de los municipios bolivianos desde la gestión de Juan del Granado. El salto fue cualitativo y cuantitativo porque el gobierno municipal dio las suficientes bases financieras y logísticas para conseguir las metas. Siempre será poco, si comparamos con lo que reciben las oficinas culturales en Colombia, en España o en Alemania. Aún así, lo conseguido es alentador.

            Paulo Groux fue un incansable promotor de actividades dentro y fuera de los escenarios, con grandes iniciativas y novedades. Teatros llenos, festivales, auspicios, conciertos al aire libre ocupaban todos los días. Era el momento en que también estaban en su esplendor galerías de arte privadas, fundaciones como el Espacio Patiño, la Alianza Francesa, el Goethe Institut, el Centro Brasileño Boliviano… una amplísima cartelera.

            También el aporte de Walter Gómez fue meritorio con su experiencia de alentar y mantener por años el prestigioso festival internacional de jazz. Gómez mantuvo un equipo apasionado por la cultura, disciplinado y atento; jóvenes formados en el amor a lo culto.

            Andrés Zaratti fue más allá promoviendo las leyes que protegen al artista, como no sucede en el resto del país. Era imposible asistir a tantos eventos con una programación en escenarios centrales o periféricos; la cada vez más larga y extendida Noche de Museos; los encuentros culturales familiares dominicales; las ferias, los concursos. Siete días a la semana y a toda hora, los habitantes de La Paz podían beber cultura, belleza, música, exposiciones, performances, conciertos.

            Los regímenes más recordados son los que más alientan la cultura desde la época de Pericles, las bibliotecas de Ptolomeo o las artes plásticas durante los Medici. La cultura y las bibliotecas salvaron a Medellín del hundimiento social colectivo. Berlín no perdió la dignidad porque alentó desde los escombros los conciertos y las academias.

            Ante el desastre del nivel nacional, los artistas han solicitado públicamente que se respete lo avanzado y la institucionalidad lograda en el GAMLP. Sumo mi voz de espectadora a esa solicitud. Preservar y avanzar en vez de destruir y de improvisar. Será la gran prueba para el futuro alcalde Iván Arias.